jueves, 21 de noviembre de 2013

Da igual

No es demasiado tarde, nunca digas que ya es tarde. Aunque te hayas quedado solo, abandonado y desamparado en esa fría y helada parada pensando que tu tren ya partió, confía en que hay más oportunidades de seguir tu camino. Me dijeron que el tren sólo pasa una vez en la vida, pero hay guaguas que van cada 30 minutos en la misma dirección, así que si perdiste el tren, tienes una guagua esperando por ti, una guagua que te llevará al mismo destino, al destino que tú has elegido escuchando tu corazón. Avanza, avanza unos pasos hacia la nueva parada y súbete al primer autobús que pase. ¿Que no puedes avanzar? Claro que puedes, sólo tienes que creerlo, pero si no puedes grita, grita con todas tus fuerzas y verás que alguien te ayudará a caminar. Compra tu billete, súbete a la guagua y disfruta del viaje, de ese viaje que has elegido conscientemente. Tal vez no llegues al destino deseado, pero el simple hecho de estar viajando en la dirección correcta, en la dirección en la que sientes que debes avanzar, ya es todo un logro. Tal vez haya retrasos, desvíos o cambios de sentido en algún momento del camino, pero cuando suceda eso, si sucediera, es cuando menos tienes que perder de vista la meta soñada en la que tanto has confiado, así que si en algún momento retrocedemos, mejor que sea de frente en lugar de darle la espalda, porque lo que hay allá es tan fuerte y tan potente, que aunque nunca logres llegar y te quedes a la mitad, las bendiciones te llegarán igual.
Da igual si coges la guagua o el tren, lo importante es seguir el camino y disfrutar de él, sin prisas por llegar a la meta, porque qué es la vida sino un camino...

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