miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Sonrisas forzadas o sonrisas sinceras?

¡ATENCIÓN! Mi madre está leyendo el blog, jeje!! ¿Por qué me sorprende tanto? Sabía que lo leía, porque alguna que otra vez yo se lo había puesto, pero de último no lo hacía, tal vez porque al inicio de todo, casi desde el primer post, mi madre me comentó que le parecía triste, aunque yo le hice ver que mi intención era todo lo contrario...quizás por eso me he mantenido prudente y no he sido yo el que la ha incitado a leer...sino que ella, voluntariamente, se ha querido interesar...y algo me dice que ha cambiado de opinión.

Ayer me sorprendió comentándome algo al respecto de un artículo que escribí...hace mucho tiempo...lo cual quiere decir que está muy involucrada en la lectura, jeje! Se trataba de la vez que fui a Fuerteventura, al 25º Aniversario de las primeras diplomadas en Trabajo Social de la Universidad de Las Palmas, y me encontré con un homenaje que le habían hecho a una de las compañeras recientemente fallecidas por cáncer. Pusieron una relación de fotos de la homenajeada y me quedé impactado porque tenía una bella sonrisa, muy bonita...y me sentí identificado porque normalmente yo me estoy riendo... y sentí miedo de no superar la enfermedad tal y como le pasó a ella...
 
Entonces mi madre me dijo que tal vez uso la sonrisa como un escudo, para evitar que nadie me pregunte...si muestro una sonrisa, doy a entender al mundo que estoy bien...


...entonces, después de reflexionar...le comenté a mi madre que la sonrisa, indirectamente, podría servir para eso, para dar una imagen de que todo está bien...pero que, sinceramente, mostraba una sonrisa abierta, no forzada, porque realmente me siento bien, me siento en paz conmigo mismo...



Bueno, igual les parece una sonrisa forzada, jeje, pero así me siento, tranquilo y en paz. Pero como suelo decir...no sé cómo estaré mañana, sólo espero que igual de bien y con el ánimo cargado para seguir avanzando!!!

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