lunes, 14 de enero de 2013

Düsseldorf y Colonia

Hoy toca contarles mi viaje de Fin de Año.

La primera parada fue en un pueblo llamado Weeze, pues el avión no llegaba directamente a Düsseldorf, sino a un aeropuerto secundario denominado Niederheim. Como llegábamos demasiado tarde, alrededor de la medianoche, ya habíamos reservado un hotel en esa localidad, Alt Weeze, que resultó ser muy acogedor y el personal amable y encantador.
 



A la mañana siguiente cogimos el tren rumbo a Düsseldorf. Aunque pernoctamos tres noches allí, prácticamente sólo estuvimos un día y medio en esa ciudad, pero suficiente para callejear y conocer los puntos más interesantes de una de las urbes más cosmopolitas de Alemania.

El casco histórico de la ciudad se concentra a orillas del río Rhin, aunque he leído que en realidad no se trata del Rhin, sino de otro pequeño río llamado Düssel que conecta con el Rhin; de ahí, probablemente, venga el nombre de Düsseldorf.







Les advierto que Düsseldorf no es una ciudad tan turística como otras; si supieran lo que me costó conseguir una tienda de souvenirs donde venden tazas con fotos típicas de la ciudad.... En cambio, hay muchos cines y centros comerciales.




Y junto a la noria partimos el año, después de cenar en un fantástico restaurante italiano. Allí no es como en España, así que si alguien pensaba que había una "cuenta atrás" con presentadores y famosos retransmitiendo las campanadas, que se vaya olvidando. Lo que había era mucho entusiasmo, cada uno con su grupo y con sus propios voladores y petardos, que tiraban sin parar iluminando ambas orillas del río mientras propios y extraños, entre los que me incluía, simplemente disfrutábamos del espectáculo pirotécnico...durante un tiempo prudencial, porque el frío acechaba...y a la mañana siguiente otra ciudad nos esperaba...




Y el año nuevo lo estrenamos visitando Colonia y su imponente catedral, donde se encuentra el relicario de los Reyes Magos. Querida Ann, sé que este sitio es especial para tí, así que me acordé mucho de tí cuando estuve dentro...




Atravesamos el puente que cruza el río, justo detrás de la catedral, y nos encontramos con todo un mosaico de candados. Al parecer está de moda colgar un candado para dejar huella de tu amor por la otra persona...a saber cuántos candados de esos ya están rotos, jeje!






Y en una de las muchas calles comerciales de Colonia, me encontré con este guiño a Canarias...muy original y sorprendente...




¡¡¡Y hasta nos dio tiempo de ir al cine!!! Nos llamó la atención ver en taquilla la película "Jesus liebt mich", basada en el libro "Jesús me quiere", del novelista y guionista alemán David Safier, autor de otro libro muy conocido titulado "Maldito Karma". Nuestro alemán no es para tirar cohetes ni muchísimo menos, pero como conocíamos el libro, nos atrevimos con la película...





Y colorín colorado...este cuento se ha acabado, pero espero pronto narrar las aventuras de otro viaje...¿por qué no soñar?
 


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