jueves, 20 de julio de 2023

Día 3: Aquí y Ahora

Hablé con el síntoma, le pregunté qué tal y me dijo que parara, pero no que abandonara sino que fuera más despacio, que ralentizara el ritmo... 

Me quería dar la oportunidad de intentarlo, así que después de unos remedios caseros, un par de apósitos y doble calcetín, me calcé de nuevo los zapatos...

Y al iniciar la ruta, un mensaje en el camino escrito en una de las piedras: Aquí y Ahora. Allí y en ese momento empecé a caminar cual tortuga y a agradecer cada uno de mis pasos, kilómetro a kilómetro, dándole amor a la parte de mí que estaba preocupada, temerosa o en resistencia, sintiendo que mis pies se iban regenerando... Había que intentarlo...

Al final alcancé la siguiente etapa, pero como últimamente digo, no hay nada escrito, no hay garantía de nada, pero volví a cruzarme con una mariposa blanca y eso quiere decir que siga confiando...

Menú del día, incluía agua o vino, pedí vino, pero en vez de una copa me trajeron la botella entera. Se imaginarán cómo lo celebré...

Como apunte final, según me dijo una amiga igual tengo un inconsciente muy chistoso que opina que lo fácil aburre, así que vete tú a saber si ha creado este hándicap de las ampollas para aportar una mayor dosis de emoción y adrenalina a la experiencia... Ya me encargaré yo de ponerlo a raya...




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