miércoles, 18 de diciembre de 2013

Un viaje para perdonar

Me di cuenta de que no podía amar sin perdonar, eso es lo que me dijo prácticamente un desconocido con el que me reencontré después de mucho tiempo, muchísimo tiempo. Ese prácticamente desconocido era un antiguo compañero de instituto y la vida nos volvió a unir, aunque sólo fuera durante unas horas, para seguir aprendiendo y sorprendiéndonos con este gran viaje que es la vida...
Lo que en principio intuía como una conversación cordial en la que simplemente nos contaríamos lo que habíamos hecho con nuestras vidas (qué habíamos estudiado, dónde estábamos trabajando, etc.), o recordando los momentos y anécdotas vividas en el instituto, se transformó en una conversación presente, sin necesidad de rebobinar tanto a nuestro pasado porque enseguida nos centramos en lo verdaderamente importante, en el ahora, en nuestras vidas presentes. Fue una conversación increíble, una sorpresa grata y sorprendente, valga la redundancia, una conversación necesaria para reafirmarme en la idea de que las cosas pasan por algo, en el momento y lugar adecuados, y que todos somos uno y debemos ayudarnos...
Un viaje intenso en busca del amor, un viaje con el único fin de perdonar y poder así amar, un viaje que le valió para sanar...

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