jueves, 12 de diciembre de 2019

Dos de tres


Tal vez es lo que busco, quizás por eso Barcelona suele ser sinónimo de nuevas experiencias, como correr por paisajes verdes, volver a chapotear en una piscina y extasiarme entre las aguas profundas, maravillarme con el bosque arquitectónico de la Sagrada Familia, único y grandioso, deleitarme con la pintura, que me hagan una entrevista radiofónica…, pero también es sinónimo de hogar, descanso y sentirme como en casa, me encanta mimar y que me mimen y recibir el cariño de la gente. Dos de tres, ¿qué es lo que me faltó por hacer? Probablemente nada o quizás sí y será una buena excusa para volver…


Y aunque en la imagen somos dos de tres porque tú ya no estás físicamente entre nosotros, seguimos siendo tres, siempre, y si un pianista tiene que tocar la última canción que escuchaste y disfrutaste mientras justo pasábamos por delante de él, la tocará las veces que haga falta para darnos la certeza de que siempre estarás presente, aunque sea de otra manera… ¿Fue una coincidencia? No, fue una señal divina, un guiño al amor, una demostración de que siempre estarás ahí, acompañándonos… Sí, tres, no hay duda, seguimos siendo tres…



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