miércoles, 19 de septiembre de 2018

La sonrisa cómplice del globo


Y con la sonrisa cómplice del globo ascendí al cielo… Me iba alejando de la tierra, la sensación de que ya no pertenecía a ella, que con la mano podía coger los vehículos y moverlos de lado, decidir lo que hacer con ellos, trasladarlos a otro lugar, girarlos y que cambiaran de dirección… Tal vez Dios juega así, moviendo los hilos desde las alturas de todos los que habitamos el planeta, lo imagino acomodado sobre las nubes dirigiendo la película de nuestras vidas, creando las tramas perfectas, provocando que algunos nos crucemos en el camino y surja la sinergia perfecta… Llámalo destino, llámalo casualidad, llámalo obra universal, da igual. ¿Te has dado cuenta de que si estás leyendo esto es que aún estás vivo? Eso sí que no da igual, agradece y sigue disfrutando…



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