jueves, 5 de junio de 2014

No esperes...

No esperes que todos entiendan tu viaje, especialmente si nunca han recorrido tu camino. Con esta frase me hubiera despedido de mi amiga al acabar el desayuno, pero la recordé unos minutos más tarde...

Se trata de hacer lo que realmente queremos hacer. Si nos apetece hacer esto, pues hacemos esto; si nos apetece hacer lo otro, hacemos lo otro. Tal vez pueda pasar que antes hacías unas cosas totalmente convencida y ahora no quieres hacerlas, porque te has dado cuenta de que en este momento no te están haciendo bien. ¿Cómo puedo cambiar tanto? Pues no lo sé, porque las cosas cambian. Pero la gente no va a entender este cambio tan radical. ¿Y qué más da lo que la gente opine? A lo mejor la gente lo comprende más de lo que nosotros creemos, pero son nuestras suposiciones incesantes las que nos crean dudas, dudas insalvables que restan bienestar. De todas formas, no esperes que nadie te entienda, lo importante es que tú te entiendas, que seas coherente con lo que quieres. Deja fluir, no te aferres a nada ni a nadie, todo tiene un momento en nuestras vidas y también un propósito. Sé amable y no te exijas nada, porque lo que tenga que ser será...

No hay comentarios:

Publicar un comentario