martes, 11 de febrero de 2014

¿Qué sabor tendrá?

Si los pensamientos se amontonan en nuestra cabeza y no hay manera de liberarnos de esa “mosca cojonera”, voy a proponer otra herramienta que, tal vez, nos resulte más efectiva...


Vamos a observar los pensamientos pero sin identificarnos con ellos. Cada vez que nos venga un pensamiento vamos a decir frases como: ¿De qué color será mi próximo pensamiento? ¿Qué textura tendrá mi próximo pensamiento? ¿Qué sabor tendrá? ¿Cómo será mi próximo pensamiento? Con estas frases no nos identificaremos con los pensamientos porque siempre estaremos pendientes del próximo que nos venga y no del que ahora nos ocupa. Probablemente, al principio desfilarán muchísimos pensamientos por tu cabeza, pero si continúas con la tarea el desfile se irá aminorando, incluso puedes lograr que pare del todo consiguiendo así un espacio vacío, de inmensa paz. Si lo has conseguido, enhorabuena, porque estás libre de pensamientos y tú no eres esos pensamientos.

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