martes, 18 de febrero de 2014

Después de la consulta

Disfruta el momento y, pase lo que pase, será lo mejor para mí. Con esas dos frases entré en la consulta del médico para recibir los resultados de la revisión, pero antes mi cuerpo temblaba en la sala de espera, tiritaba de frío cuando realmente no había frío. Me resulta complicado afrontar esos momentos antes de recibir los resultados, pero evidentemente es algo por lo que tendré que pasar durante mucho tiempo así que tendré que ir acostumbrándome, como bien me decía la doctora. Además, ¿tú no haces reiki y cosas de esas que te ayudan a relajarte?, me preguntó. Sí, le respondí entre risas, me ayuda mucho, y me sorprendió que se acordara de la vez en que se lo conté. La verdad es que compartí muchos momentos con la doctora y juntos recordamos anécdotas de mi proceso. El señor que no se le cayó el pelo, me bautizó. Sí, no se me cayó, a puntito estuvo pero no, le dije entre risas. La verdad es que al final agradecí incluso haber tenido lo que tuve, porque aprendí mucho, le dije. Bueno, tampoco te pases, me contestó ella, no seas tan bruto, que igual te partes una pierna y aprendes lo mismo. Y me reí, qué voy a hacer, reírme, reírme de felicidad por todo lo aprendido. Sigue con esa actitud, se despidió de mí. Todo va a ir bien, me despedí...

Después de la consulta me dio la sensación de que la vida me quiere y yo voy de su mano...

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