miércoles, 12 de febrero de 2020

Bienvenido, Don Enfado

Y cuando vienes también te doy la bienvenida porque sé que me vas a ayudar. Me indicas que están vulnerando mis derechos o necesidades y me ofreces un remanente de energía para resolver el asunto que ha producido la emoción. Bienvenido, Don Enfado, gracias por aparecer para dotarme de los recursos necesarios para hacer frente a la situación. Ahora bien, no me dejo arrastrar por ti porque si no acabaríamos en una ira desmedida. De eso se trata la inteligencia emocional, saber leer nuestras emociones, ver lo útiles que son, pero no dejarnos secuestrar ni dominar por ellas, sino gestionarlas. Eso y mucho más aprenderemos en el taller “La enfermedad como oportunidad para sacar nuestra mejor versión”. ¡Qué poco queda para empezar!


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