viernes, 17 de enero de 2020

Querido controlador...

Querido controlador

Tienes miedo, lo sé, y quieres contagiarme con tu inseguridad, ¿tendré lo que necesito para afrontar este nuevo proyecto que está por llegar? Esa es la pregunta para la que buscas una respuesta, pero no hay respuesta, al menos por ahora. Temes el cambio, pero ¿acaso el cambio es malo si constantemente estamos cambiando? El problema es que quieres controlar, ¿verdad? ¡Cuánto sufres sin saber! Tendrás que aprender a no saber... Ahora toca esperar, dejar de controlar, confiar, difícil, ¿verdad? Te educaron para que velaras por mi supervivencia y llevas cargando todos estos años con esa cruz tan pesada a tu espalda. Ven, te propongo un descanso, suelta, te permito que saborees la libertad, agárrate a mi mano y vivamos el nacimiento de esto nuevo desde los ojos de la inocencia. Sí, tengo miedo, pero no es malo, no nos matará, simplemente me hace estar alerta y me lleva a recordar la motivación que desencadenó la tormenta. Estoy en paz, se hizo con ese propósito y así será... No necesito nada, ahora mismo no necesito nada, ya hice mi parte, ahora toca esperar y que la vida me llegue donde me quiera llevar. Querido controlador que habitas dentro de mí, gracias por cuidarme, aunque sea a tu manera. No me peleo contigo, te propongo una tregua, una convivencia amena, ¿aceptas? Te abrazo con todas mis fuerzas y me permito flotar en este vacío incierto...



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