Y hoy se cumple otro aniversario, quizás el más importante de mi vida, fue entrar por la puerta y empezar a cambiar la percepción de mi realidad, dejar de ver un infierno para agarrarme a la oportunidad del cambio y sacar una mejor versión, transformar la oscuridad en luz y vivir como nunca antes lo había sentido… Y trece años después me sigue emocionando el afirmar, con cada célula de mi cuerpo, que la enfermedad me vino a sanar…
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