lunes, 3 de octubre de 2022

Una crack sin pretenderlo

Mis padres no pudieron asistir a la presentación y una opción podría haber sido resignarme y enfangarme en un lodazal de tristeza, pero en lugar de eso se me ocurrió llevarlos al teatro de otra manera. ¿Cómo? A través de una llamada para rendirles homenaje y decirles abiertamente gracias, te quiero... Las cosas no siempre suceden como uno espera, pero en esos casos me gusta buscar la nueva oportunidad que se presenta y se me ocurrió expresar públicamente mis sentimientos de gratitud hacia ellos en lugar de quedármelos guardados en un bolsillo olvidado, pues siempre digo que sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no entregarlo...




Pero lo que no se esperaba nadie, ni siquiera yo, es que mi madre se arrancara a hablar y lo que sucedió fue pura magia del directo, lo mejor del evento, momento extraordinario en el que traspasó la pantalla del teléfono para agarrar los corazones de todos los presentes y sensibilizar sus almas... Romper las cadenas de la educación que le dieron para también ella compartir sus sentimientos... Mi madre, como siempre, una crack sin pretenderlo...

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