jueves, 24 de febrero de 2022

Día 5: ¡Me declaro fan incondicional del mole poblano!

Antes del mole voy a hablarles de los medios de transporte que estoy utilizando. Lo fácil sería tomar un taxi, que también lo he hecho, pero una de las cosas que más me gusta cuando viajo es mezclarme con la gente oriunda y usar los medios de transporte que ellos utilizan habitualmente. Y por aquí tenemos los autobuses, que son como las guaguas en Canarias, después están los camiones, aunque para mí son autobuses pero más pequeños, y luego están los llamados combis, que son como las furgonetas que solemos camperizar para acampar, pero que aquí las tienen preparadas para que entre la mayor cantidad de gente posible…






Repito, lo fácil es coger un taxi porque le dices dónde quieres ir y te deja en la misma puerta, pero lo divertido es meterte en una guagua sin tener demasiadas referencias, salvo tu intuición y tu sentido de la localización, y llegar a tu destino elegido. ¡Preguntando siempre se llega a Roma! Y cuando crees que en el autobús no cabe nadie más, de repente suben una treintena de personas en una parada y tú te quedas asombrado, pero aquí parece que es lo habitual…




Y de transporte a transporte y tiro porque me llevan, ayer llegué otra vez a Cholula, para visitar la zona arqueológica, y Atlixco, ¡qué pueblos tan bonitos!





ahora sí, redoble de tambores, ¡me declaro fan incondicional del mole poblano! Es, sin duda, uno de los platos que mejor representa la gastronomía mexicana y se refiere a una salsa preparada a partir de chiles y especias y con un punto de cacao que es espesada con masa de maíz, tortilla o pan. ¡No se puede aguantar de lo rica que está!






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