2021, el año de los cambios

Si de algo me ha convencido este 2021 es que la vida es puro cambio, tanto, que muchas veces me pregunté si sería capaz de digerir más cambios, y no estoy hablando de cosas malas ni buenas, estoy hablando de cambios, simplemente cambios, a nivel interno, a nivel externo, sin ponerle ninguna etiqueta, algunos que decidí conscientemente y otros que me fueron impuestos o me agarraron por sorpresa… Y con cada cambio se produjo una revolución interna, tan necesaria para proveerme de lo que necesité en cada momento para asimilar mejor las sorpresas, llegadas y despedidas que iban sucediéndose… Por eso lo llamo así: 2021, el año de los cambios. ¿A quién no le gustan los cambios? Pues esto es lo que hay, la vida es así, imprevisible hasta decir basta y donde hoy más que nunca los planes se suelen truncar a la mínima de cambio… Por eso, a pocas horas de que acabe este 2021, aún no tengo la certeza de dónde acabaré el año… Sea como sea, gracias por haber aprendido con tanto cambio… 

Aquello de lo que huyes, te engulle

Ya había escuchado las frases «aquello de lo que te quejas, nunca se aleja», «aquello a lo que te resistes, persiste» o «aquello que amas, sana», enseñanzas que trato de poner en práctica, y el otro día, como por arte de magia, se me ocurrió otra frase que también tiene sentido: «aquello de lo que huyes, te engulle», y no me refiero a no huir si alguien nos está persiguiendo con un machete para cortarnos el pescuezo, en esas situaciones hay que andar por patas para proteger nuestra integridad física, sino que muchas veces huimos para olvidarnos de situaciones emocionales que no queremos afrontar. ¿Qué sentido tiene huir si lo que llevas dentro te persigue a donde vayas? En esos casos en mejor parar, preguntar por qué nos está pasando esto y limpiar para que el temor se disipe de verdad…

Mis células reman en equipo

Sentirse vulnerable, que tu cuerpo se transforme en cristal y se rompa en mil pedazos como una copa de vino al caer…  Esa fragilidad me hace conectar con la salud, con darle la importancia que merece, con afianzarla en lo más alto, gozar de salud es mi máxima prioridad…  Y visualizo que mis tejidos se regeneran, que mis células reman en equipo para salir del bache y recuperar mi fortaleza… 

Somos seres creados para el amor

¿Dónde estamos metidos? La tarde nos llevó a acudir a una charla y la experiencia nos extrapoló a nuestros años de infancia y colegio, cuando a veces era imposible aguantarnos la risa y hacíamos lo que buenamente podíamos para evitar que el profesor nos pillara… ¿Salimos pitando o nos quedamos? Esa fue la pregunta que nos hicimos, pero decidimos darle una oportunidad para escuchar sin prejuicios y darnos cuenta de las creencias sobre la sexualidad abordadas desde un prisma religioso y espiritual... La masturbación es considerada una conducta sexual inmoral, ¡válgame Dios! Hasta que fue suficiente, no necesitamos escuchar más y nos levantamos de nuestros asientos soltando la vergüenza por el qué dirán y siendo fieles a nuestra coherencia… ¿Y con qué me quedo de todo esto? Con que somos seres creados para el amor… Todo lo demás, pura risa que nos alargó la vida…

Más cosas buenas que malas

Y si lo piensas bien, a lo largo de cada día te pasan más cosas buenas que malas, solo que a las malas les prestas más atención... 

Alimenta tu libertad

Ayer tuve la oportunidad de acompañar a mi gran amiga Viki Frau en la presentación de su libro Alimenta tu libertad, que invita a tomar consciencia sobre los alimentos que ingerimos y nos propone de forma amorosa un plan de acción para conseguir a través de la alimentación, tanto física como emocional, un modo de vida saludable...

Y lo que más admiro de ella es que convence por sí sola ya que habla de su propia experiencia y no impone a nadie lo que debería hacer, sino que propone una alternativa para que la experimentes por ti mismo a ver si te va bien... ¡Grande, amiga! Tu humildad te hará llegar lejos en esta nueva aventura que recién comienzas...

Los que ya no están, pero están

Sentí el viento que acariciaba mi piel y pensé que podrías ser tú... Y bailé contigo, agarrados, sueltos, de la mano, da igual, íbamos variando, pero bailé contigo... Y también contigo, contigo y contigo, con todos los que ya no están, pero están...

El infierno

Quizás hayamos visitado el infierno más veces de las que creemos, pues el infierno es el ardiente deseo de cambiar lo que es… Aceptar que todo es... Por más que nos empeñemos, no podemos cambiar lo que es…

¡Qué frío, coño!

El mal tiempo está dentro y no fuera de nosotros, pero ¡qué frío, coño! Bromas aparte, lo que puede ser un día pésimo para el ego, puede ser un maravilloso día para el alma... Con la confianza de que todo pasa por algo...

Chele

¿Y a quién le importa lo que significa chele? Juego de palabras con el que haces una gracia y fomentas la risa floja entre los comensales de una mesa que van a pasarlo bien y disfrutar de la compañía... Chele, es tan fácil reírnos que a veces me pregunto por qué nos cuesta tanto reírnos... Leche, chele, le das la vuelta y ahí tienes un motivo para que salga nuestro niño reprimido y le importe un pimiento si lo están observando o si su carcajada se escucha tan alto como para molestar al de al lado... Con tanto frío que está haciendo, la risa es el sol que ahuyenta el invierto del rostro humano, así que riamos...

Nada será imposible

A veces pienso que sería más fácil ver a un unicornio rosa o hacer un Ironman, así de complicado considero este nuevo reto voluntario en el que me he embarcado o tal vez estoy exagerando... El caso es que me encanta el reto de desactivar esa creencia limitante y alcanzar metas que creía imposibles para reafirmarme más en que nada será imposible... Disciplina y constancia es lo que sobre todo necesito para lograrlo... Venga, voy a por ello, escribirlo será una forma de afianzarme aún más en mi propósito de conseguirlo...

Para quererse más

Entre dulces e infusión, una charla desde lo más profundo de nuestro corazón para llegar a conclusiones certeras al decir que una persona entró en su vida para quererse más... Es maravilloso poner el foco en nosotros mismos en lugar de en el otro para darnos cuenta de nuestras carencias y subsanarlas potenciando nuestro interior en lugar de mendigar amor hacia el exterior. Esa persona hizo su función... Solo nos queda decirle adiós, gracias por participar y cuando volvamos a estar preparados, siguiente por favor...

Una mujer resiliente

Aquellos que tuvieron la suerte de coincidir contigo sabrán de lo que voy a escribir… Siempre lo diré, un ser ejemplar, una mujer resiliente, capaz de sobreponerse a las adversidades de la vida, ante cada caída se levantaba más fuerte… Siempre me decías lo agradecida que estabas por todo lo que te aportaba, ¿y yo, Bene? Mi corazón se hacía más grande llenándose de vida cada vez que nos juntábamos para pasear o conversar… Amiga mía, hoy está lloviendo, no es casualidad, el mundo llora tu pérdida, no es de extrañar… ¡Cuánto te quiero! Es mi forma de hacerte un sentido homenaje… Me despedí de ti, qué gran regalo que me hicieron, ese abrazo virtual me lo guardo hasta la eternidad… Hasta pronto, querida Bene, te vas en paz, me quedo en paz… 

¿Por qué esperar para festejarlo?

Hablando de visualización, de quedar para celebrar algo como si ya lo hubiéramos logrado, agradecer al máximo como si nuestro objetivo ya fuese alcanzado, ¿por qué esperar para festejarlo? "No, no, quizás da mala suerte celebrarlo antes de tiempo" Qué va, esos son cuentos chinos de la mente, hagámoslo ya, visualicemos sin límites, vamos a brindar, ¡lo hemos conseguido!, vibremos en lo más alto sintiendo que, por fin, nuestro sueño se hizo realidad...

La muerte es un proceso natural

Aferrarse con uñas y dientes a la vida también es una forma de lucha… Anhelemos vivir, pero dejemos de luchar, y con esto no quiero invitar a desistir de vivir ni tirar la toalla sino aceptar que estaremos aquí hasta cuando tengamos que estar… La muerte es un proceso natural y nos cuesta mirarla de frente, un tema hecho tabú por nuestra cultura occidental que nos genera mucho miedo y ansiedad, pero es tan natural como la vida misma... No sabemos cuándo será nuestro final pero algún día lo será, si tenemos la suerte de nacer también moriremos, no hay más. Mientras tanto, agradezcamos el tiempo vivido y vivamos en paz…

¿Para qué?

¿Para qué? Una pregunta útil pues te puede aportar información muy valiosa... ¿Para qué voy a hacer esto? ¿Para contentar a los demás, por el qué dirán si no lo hago o porque realmente me apetece hacerlo? ¿Para qué voy a ir a este evento? ¿Para no quedar mal con alguien, por el qué dirán si no voy o porque puede ser una oportunidad para interactuar con gente nueva y expandir mi círculo? En definitiva,  ¿para otros o para mí mismo? Hagámonos esta pregunta antes de emprender cada acción para ver si realmente estamos en sintonía con nosotros mismos y nos elegimos como prioridad...

Se nos recargaron las pilas

Salir de la rutina, coincidir con gente afín, quitarnos el disfraz de adultos responsables y sacar a pasear a nuestro niño interior, hacer más cosas de las que nos gustan, olvidarnos del tiempo y dejarnos fluir, improvisar una fiesta y mover el esqueleto recordando viejos bailes, competiciones sorpresa y un montón de cosas más llevando el buen rollo a cada lugar... Se nos recargaron las pilas, esa fue la conclusión final, ¿entonces por qué no hacemos este tipo de cosas con más asiduidad? Que las obligaciones diarias nunca resten tiempo a nuestro bienestar... 

Cuando te recuerdan...

Cuando te recuerdan que no tienes que vivir la vida porque tú ya eres la vida... Cuando te recuerdan que no tienes que pedir perdón porque no hay nada que perdonar... Cuando te recuerdan que no tienes que dar las gracias porque tú ya eres gratitud, esta viene de serie y salta de forma automática... Cuando te recuerdan que la vida es lo que pasa entre pensamiento y pensamiento... Cuando te recuerdan lo simple que es, lo bello que es, lo grandioso que es...

Detrás de las nubes

Era un día gris, el avión despegó y cuando comenzó a ascender y atravesó el muro de nubes compactas, apareció un sol brillante y resplandeciente. Mi amiga, que estaba a mi lado junto a la ventanilla, me recordó que aunque no siempre lo podamos ver, detrás de las nubes siempre está el sol iluminándonos…

 

No te olvido ni aun queriendo, pero no quiero porque te quiero, siempre ahí, recordándome lo bonito que es vivir…

¿Por qué será?

¿Por qué nos cuesta hablar bien de nosotros mismos? Es curioso, pero para criticarnos somos los primeros y no ponemos ningún tipo de freno al enumerar nuestras debilidades y fallos, pero a la hora de hablar bien de nosotros nos cuesta un montón, como si etiquetarnos con un adjetivo amoroso fuera un delito criminal… ¿Por qué será? Tal vez por la creencia de que las cosas bonitas nos las deben decir los demás y no nosotros mismos ya que lo contrario sería falta de humildad, arrogancia o que me lo tengo muy creído… «No tienes abuela», me han llegado a decir a la hora de piropearme, como si las abuelas fueran las únicas que pudieran resaltar nuestras virtudes y fortalezas… ¿Y si hablar de forma positiva sobre el ser tan maravilloso que somos es una cuestión de seguridad y autoestima sana? Abogo por hablarnos con respeto y no avergonzarnos de decirnos cosas bonitas… 

Borrón y cuenta nueva

Borrar para evitar miradas aferradas al ayer, para dejar de regodearnos en la miseria de lo que fue y no en lo bonito que también fue, borrar para no enquistarnos en una idea equivocada, borrar para quitarnos la venda de los ojos que perciben con error y que tratan de llevarnos a la razón... Borrón y cuenta nueva, borrar con la intención de sanar dejando atrás el pasado y respirando el presente, que es lo único cierto y verdadero…

No hay nada que perdonar

Ver todo desde la inocencia, dejar de enjuiciar, amar desde la compasión, ese es el proceso del perdón... Pero qué maravillosa sensación cuando subes otro escalón y desde la perspectiva que te da esa nueva altura te das cuenta de que no hay nada que perdonar... Todo fue un aprendizaje, gracias por participar...

Soltar el ego que quiere ser protagonista...

Un canal, a través de ti pasa la energía y va directa a donde tenga que llegar. Soltar el control, soltar expectativas, soltar el ego que quiere ser protagonista… Tu función es estar, no hay que hacer nada más salvo respirar, jugar como un niño y dejarte llevar por el influjo de la energía… Conectar con mi origen, ponerte al servicio de los demás, retomar rutinas que nutren mi alma y me ayudan a sanar…

¿Cuánta información desea saber?

Ayer me preguntaron qué opinaba al respecto: ¿es necesario conocer toda la información de un diagnóstico médico? Siempre digo que a mí me ayudó muchísimo no saber la totalidad de lo que me estaba ocurriendo y palabras como "metástasis" la obviaron por completo para no provocarme más miedos de los que ya me estaban abrasando por dentro... Es importante saber qué es lo que te está pasando, si es cáncer es cáncer y no un simple resfriado, el paciente debe ser consciente de ello para tomar responsabilidad, iniciar su búsqueda personal y emprender las acciones que considere necesarias si desea poner de su parte para sanar por completo, pero sería interesante que los profesionales de la salud fueran más cuidadosos y empáticos a la hora de transmitir a los pacientes la enfermedad que padecen, conmigo lo hicieron y no sabéis lo agradecidísimo que estoy por ello... ¿Creéis que un "nunca te vas a curar" va a traer algo positivo a una persona que está con ansiedad por saber qué es lo que tiene? Si me lo hubieran dicho a mí tal vez no estaría vivo a día de hoy... 

No obstante, si algo aprendí ayer es que no hay que generalizar porque cada persona es un mundo, con unas necesidades diferentes a las mías, y quizás quieran disponer de absolutamente toda la información para tomar el control de la situación. Por tanto, ¿qué podríamos hacer? Poner el foco en el paciente, que es el gran protagonista, y dejar la decisión en sus manos al hacerle esta pregunta: ¿cuánta información desea saber?

El batiburrillo de historias que se generan en mi cabeza

Acomodarme en la butaca y observar la pantalla, eso es lo que hice ayer cuando fui al cine, ver la película y aunque a veces la música, imágenes y actuación de los personajes me engullían y me hacían estremecer, sabía que no era real... Lo mismo debería hacer con mi cabeza, la mente es una pantalla y lo que se proyecta en ella no es real sino un conjunto de imágenes, recuerdos y pensamientos que nada tienen que ver con lo que soy... Si me creyera el batiburrillo de historias que se generan en mi cabeza me causaría sufrimiento, así que mejor observarlas sin más, de forma neutra e impasible, y poner distancia de por medio...

La noche del terror

Y en Halloween, que es la noche del terror por excelencia, me dio por pensar en mi mayor miedo: que pueda perder la chispa y que me dé igual morir que vivir... Estar sin motivación, vivir la vida como si estuviera metido en un ataúd a la deriva... Ese es mi mayor miedo...

Pero todo depende de mí, la chispa de la vida sigue ardiendo dentro de mí y solo debo conectarme con ella para recordarme lo maravilloso que es estar aquí... 

¿Qué he venido a hacer en esta vida?

A veces me pregunto qué he venido a hacer en esta vida... Igual no tengo que hacer nada, solo ser, estar y vivirla...

Entonar el mea responsabilidad

Ayer, con dosis de amor a raudales, me dieron una lección para darme cuenta del extremo en el que me encontraba... Una cura de humildad, entonar el mea responsabilidad y reconocer mi error, que no fue un error como tal sino algo que tuvo que pasar para darme cuenta de lo que debo corregir. Después de la enseñanza toca aplicar el perdón, esa será mi principal ocupación de ahora en adelante, sobre todo a mí mismo por haber caído en la tentación de la reactividad...

¿Qué me ha venido a indicar el asco?

¿Qué me ha venido a indicar el asco? Después de vaciarme por completo, aunque a día de hoy sigo teniendo alguna que otra arcada, es momento de atender dicha emoción. El asco me protege, vela por mi supervivencia y hace que me aparte de situaciones, cosas o personas que sienta que me van a hacer daño o que puedan comprometer mi salud... Vale, lo voy pillando, tal vez mi GPS interno me ha dicho “¡sal de ahí pitando!”. Un conflicto de valores, no tienen nada que ver los míos con los de la otra persona y eso me ha generado un rechazo... Ahora bien, una vez expresada la emoción es momento de gestionarla para que no se convierta en una carga emocional que derive en la intolerancia: debo ser tolerante, aceptar que cada persona es como es, pero yo decido apartarme porque no me va a hacer bien... Aplicar el perdón, esa será una gran herramienta para devolverme al equilibrio emocional... ¡Qué me encanta leer y escuchar la valiosa información que hay detrás de cada emoción! 

¡Qué asco!

El enfado, una emoción que me cuesta sacar, pero hoy sí abrí las puertas de par en par y la dejé entrar porque no voy a permitir que nadie vulnere mis derechos. Y después el asco, otra emoción primaria que rara vez se aposenta en mi interior, pero hoy vino a recordarme la repulsa y el rechazo hacia unos valores que nada tienen que ver con los míos y que me hacía regañar la cara asqueado por las circunstancias. He perdido la cuenta de las veces que he gritado “¡qué asco!” por lo menos unas quinientas ochenta y ocho y puede que antes de la medianoche llegue a las ochocientas, pero me lo permito porque es la vida misma…  Primero expresar, qué rico y sanador es soltarlo y no quedarme con nada dentro, después llegará la comprensión y será momento de gestionarlo, pero hoy y el tiempo que necesite me permitiré decir sin ningún tipo de remordimiento: ¡qué asco!

 

Mi reloj interno

Y la posibilidad remota que nunca llegué a contemplar ocurrió, a mitad de carrera el reloj saltó por los aires, desapareció de mi muñeca y me quedé sin referencias. ¿Y ahora qué hago?, me pregunté. Frené en seco e invertí unos segundos en decidir si retrocedía unos cuantos metros en busca de la esfera que marca el tiempo o continuaba sin él dejándome llevar por mis sensaciones. Opté por lo segundo, por activar mi reloj interno y continuar corriendo. Aquello era material, ya no me pertenecía además de que estaba por cambiarlo, pero la oportunidad de mejorar mi marca en una media maratón por la que tanto había entrenado estaba sucediendo allí en ese preciso momento, así que solté al controlador y me dejé llevar por el corazón… El resultado, ¡mejor de lo esperado!

Esta foto es justo antes de la salida, de cuando el reloj que adornaba mi muñeca izquierda aún me pertenecía, jajaja...

¿Qué sería de la vida sin sorpresas?

Se tornaron los papeles y el que suele ser sorprendido hizo esta vez de “sorprendedor” para sorprender a la que no le gustan las sorpresas, el mundo al revés para que la sorpresa resultase grandiosa… Y digo yo, ¿qué sería de la vida sin sorpresas? A mí me encantan y quiero seguir sorprendiéndome con cada cosa que suceda… Además, muchas veces no nos encontramos a nosotros mismos donde buscamos, sino que nos encontramos por sorpresa cuando menos lo esperamos... 

Y cada vez que nos juntamos nuestro tercer corazón, a la que también le encantaba sorprender y dejarse sorprender, late con mucha más fuerza si cabe...

Aparta de mí todo lo falso...

Vida, me pongo en tus manos, pues no es lo que yo quiera sino lo que TÚ consideres mejor para mi propia existencia, así que te voy a pedir una cosa: aparta de mí todo lo falso para quedarme solo con aquello que me conecte a mi verdadera naturaleza... Mi única labor consistirá en afinar bien mis sentidos para escuchar y ver las señales y así elegir creyendo que soy dueño de mi destino...

Caminar sobre el volcán

Fracaso no es equivocarse, estamos aquí para tropezar, levantarnos y aprender de nuestros fallos, pero sí fracasas cuando comienzas a culpar a otros de tus errores...Cada cosa que sucede una lección, un aprendizaje... Caminar sobre el volcán hace que el caminante se derrita y solamente exista el camino sobre el que aprendes a aceptar que todo es como debe ser... 

Tú tienes el mando a distancia

Inspirado en una historia real, una madre y una hija hablando sobre los pensamientos que merodean por nuestra cabeza… La progenitora diciendo que no está preocupada ni se siente nerviosa, pero la visión de su hija es bien distinta porque siente que vive en un estrés constante. Después de unos minutos de charla la madre le reconoce que sí, que está siempre en alerta, le cuesta soltar el control y no sabe cómo cambiar la situación…

―¿Qué puedo hacer? ―le preguntó a la desesperada.

―Empieza a cambiar el diálogo de tu cabeza. Si tu cabeza te está contando drama ¿qué película crees que estás viendo ahora mismo?

―Drama. ―Fue su respuesta.

―¿Y qué siente una persona que está viendo una película dramática?

―Tristeza.

―Pues si una persona está constantemente viendo una película de drama va a estar triste y llorando todo el rato. ―La madre asintió con su cabeza―. En cambio, si cambiamos de canal y le ponemos una comedia ¿cómo crees que se sentiría esa persona?

―Pues se ríe… ―Entonces se empezó a reír, a partirse el culo de la risa, como se suele decir, conectó con la esencia del mensaje… «Lo verdaderamente complicado es comprender que es tan sencillo», me acordé de la frase de mi querida amiga Ángela…

―¿Ves? Es así de fácil ―le dijo la hija mostrándole una sonrisa compasiva―. Pues haz lo mismo contigo en tu cabeza. ―Le propuso―. Tú tienes el mando a distancia y no te olvides nunca de que tienes el poder de cambiar de canal siempre que quieras.

 

Abrazar la tristeza y disfrutar de ella

La tristeza es una de mis emociones favoritas, siempre lo he dicho, pues activa mi inspiración y me invita a escribir. Mis dedos aprovechan la ocasión y se ponen firmes ante el teclado para continuar con la segunda parte de la novela o con este escrito para liberar mi desazón… Pero estar triste también conlleva una parte menos agradable, aunque con el tiempo he aprendido a aceptarla y valorarla de forma positiva... La tristeza te deja rendido en el sofá, bajo de energía, invitándote al recogimiento para mirar hacia adentro. A veces nos resistimos a este estado, hay pena y dolor por la pérdida, pero es necesario atravesar ese mar de duelo para salir reconfortado y aprender de ello. Ignorar la realidad no es la solución, aceptar la tristeza es el camino para sanar… Ayer me dije que estaba triste, que me iba a ir a la cama estando triste y que tal vez al día siguiente también me iba a despertar triste… Es lo que toca, abrazar la tristeza y disfrutar de ella, de sus partes buenas y de sus partes menos buenas pero igualmente bellas…

Mi silencio...

Mi silencio… Descanso en el silencio, observo desde el silencio, medito desde el silencio, respiro y permanezco en silencio, me altero y vuelvo al silencio, escucho en el silencio, agradezco desde el silencio, incomodo desde el silencio, pero prefiero mi silencio… Me ayuda mi silencio…

Yo soy tú, tú eres yo

Yo no soy más que tú, tú no eres más que yo, yo soy tú, tú eres yo, y sin perder esa individualidad nos encontramos con otros seres por el camino para ir sanando y liberando…

No dar las cosas por hecho

No dar las cosas por hecho, ese es uno de los aprendizajes de anoche. Participar en un concurso de orientación recorriendo el pueblo en busca de balizas ubicadas en puntos estratégicos ayudándonos de un mapa y unas pistas escritas en un papel, ¡qué divertido! Fuimos con la intención de participar y echarnos unas risas, y lo hicimos, pero a la vez te sale el rol competitivo y sueñas con ganar, ¿por qué no? Pero si no imposible, lo veíamos muy difícil, pues unos contrincantes muy jóvenes aparentaban ser ágiles y veloces...

La sorpresa fue que llegamos nosotros antes que ellos, ¡increíble! Lo celebramos dando por hecho que habíamos ganado, jajaja. Hasta que después nos comunicaron que alguien había realizado el recorrido un minuto más rápido que nosotros, un chico al que nos encontramos por el camino y le ayudamos en un momento dado. Total, nunca lo consideramos un rival, estaba solo y parecía desorientado, jajaja... Por eso mismo, nunca hay que dar las cosas por hecho, pero qué bien lo pasamos, ¡cuánto disfrutamos!

Mari Control

Mari Miedos, o Mari Control, así también se llegó a definir, ¡qué bonito cuando somos conscientes de nuestras limitaciones y las reconocemos con honestidad! Ahora bien, no solo basta con darnos cuenta de que cargamos con una maleta llena de miedos o de que somos incontroladamente controladores. Falta lo más importante, cambiar, transformar esa realidad, convencernos de que somos más fuertes que nuestros miedos y tener la valentía de ir aligerando nuestra mochila, así como darnos cuenta de que el control solo nos llevará al sufrimiento, en su lugar alimentémonos de aceptación y confianza, todo pasa porque sí, para tu máximo beneficio...

Este fue su consejo

Y si ayer se cumplieron nueve años del nacimiento del blog, hoy celebro otro noveno aniversario, cuando me encontré por primera vez con alguien que me dio otra visión de la enfermedad y me animó a que me adentrara en la aventura de conectar con mi mejor versión. Este fue su consejo: No uses el blog para victimizarte, utilízalo como un instrumento para plasmar todo aquello que vas aprendiendo y descubriendo mientras recorres este camino llamado sanación... Sin olvidarme de dónde vengo, eternamente agradecido, aquí sigo...

9 años

Si echo la vista atrás pareciera que fue ayer, pero ya han pasado 9 años y aún sigo aquí... Un 24 de septiembre de 2012 nació este blog con la intención de ver luz donde solo alcanzaba a ver oscuridad. Ese día, por primera vez, me puse frente al teclado para plasmar mi sentir y que mis palabras me enfocaran hacia el objetivo de la sanación... ¡Cuántas cosas han pasado desde entonces! Alegrías, tristezas, lágrimas, enfados, emociones a flor de piel que he ido liberando con el pincel de mis manos... Esta fecha es especial, siempre la tengo presente, pues el blog me hizo conectar con la esperanza que habitaba dentro de mí para hacer de la vida un milagro... Algún día acabará, supongo, pero por ahora sigo escribiendo con la inocencia de aquel primer día y después de 9 años y casi mil quinientos escritos, me levanto del asiento para hinchar de aire mis pulmones y seguir gritando con todas mis fuerzas: ¡GRACIAS!

Ignorar la realidad

Podemos disfrazarnos de ignorantes y disfrutar de la experiencia del no sé, reconozco que es un juego que me encanta, otra cosa bien distinta es ignorar la realidad que nos afecta… Cuando nos sucede algo debemos tomar consciencia, ¿qué está pasando?, ¿por qué está pasando?, ¿qué puedo hacer para cambiarlo? Hay momentos que nos puede llegar un no sé, no tenemos respuestas o estas aún no han llegado, lo aceptamos, pero por favor no ignoremos lo que está pasando, hacernos los locos y actuar como si nada estuviera ocurriendo no es el camino adecuado. Tal vez te empeñes y consigas ignorar la realidad, pero no las consecuencias de esa realidad…

Prefiero cuestionármelo todo...

¿Es absolutamente verdad todo lo que te están contando? ¿Es totalmente cierto todo lo que tú mismo transmites a los demás? ¿Por qué tanto empeño en dar por cierto los hechos sin contrastar la información? Si no lo experimento por mí mismo, prefiero cuestionármelo todo...

Sonrío al cielo y le doy las gracias...

El erizo de la piel, calor en las entrañas, conmigo, siempre me acompañas, noto tu presencia, invisible para mis ojos pero visible para mi alma, mis ojos se convierten en cascadas de agua bendita que sirven para liberar la pena.... Fui su niño, su consentido, su conejillo de indias para probar tantos platos exquisitos, ¡cuánto me mimaba! Ahora es una estrella, un halo de luz que me abraza, una gran maestra que regala sabiduría infinita, sonrío al cielo y le doy las gracias...

A recuperar la asignatura en septiembre

Si no aprendes la lección te la repite las veces que haga falta, por eso dicen que la vida es buena maestra, con una paciencia y amor infinitas… La clave está en ser conscientes, estar atentos a las señales para captar el aprendizaje a las primeras de cambio y no volver a pasar por situaciones que consideramos desagradables… Y si no, a recuperar la asignatura en septiembre o las veces que haga falta...

¿Quién es la que juzga que hemos hecho una cagada?

A colación de lo que escribí el último día, sobre los impulsos que venían arrastrados por el ego y no desde nuestra coherencia, esto que leí me hizo reír: «Solo se vive una vez. Esta frase me inspira a hacer cagada tras cagada». Pues eso, que me hizo reír… Alineemos la razón con el corazón, siempre coherente… De todas formas, ¿quién es la que juzga que hemos hecho una cagada? La mente. No olvidemos que siempre estamos aprendiendo, así que tampoco nos fustiguemos...

Que la sed no nos haga beber del vaso equivocado

A veces tenemos impulsos, ¿pero esos impulsos vienen del corazón o son arrastrados por nuestro ego que necesita de algo? No precipitarnos, alinear razón con corazón, esa es la cuestión... Que la sed no nos haga beber del vaso equivocado... Y si lo hacemos tampoco pasa nada, a fin de cuentas siempre estamos aprendiendo...