Si de algo me ha convencido este 2021 es que la vida es puro cambio, tanto, que muchas veces me pregunté si sería capaz de digerir más cambios, y no estoy hablando de cosas malas ni buenas, estoy hablando de cambios, simplemente cambios, a nivel interno, a nivel externo, sin ponerle ninguna etiqueta, algunos que decidí conscientemente y otros que me fueron impuestos o me agarraron por sorpresa… Y con cada cambio se produjo una revolución interna, tan necesaria para proveerme de lo que necesité en cada momento para asimilar mejor las sorpresas, llegadas y despedidas que iban sucediéndose… Por eso lo llamo así: 2021, el año de los cambios. ¿A quién no le gustan los cambios? Pues esto es lo que hay, la vida es así, imprevisible hasta decir basta y donde hoy más que nunca los planes se suelen truncar a la mínima de cambio… Por eso, a pocas horas de que acabe este 2021, aún no tengo la certeza de dónde acabaré el año… Sea como sea, gracias por haber aprendido con tanto cambio…
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