sábado, 17 de septiembre de 2016

Rumbo a lo desconocido

Cae al corazón, siente y sonríe. Ese fue el consejo que me dieron para este viaje que voy a realizar. Me voy a Malasia, rumbo a lo desconocido, allá donde me espera la experiencia de confiar y soltar el control, pero soltarlo de verdad. – ¿Y qué se come allí? -, preguntó mi padre. – No lo sé –, le dije sonriente, evitando dar una respuesta común y previsible como que seguramente se podrá comer de todo. Porque realmente no lo sé, nunca he estado en ese país y todo lo demás es suponer. – Serán ratas y ratones –, apostilló mi madre. Esas afirmaciones rotundas de mi madre también me hacen sonreír…

Dios, me voy sin casi nada organizado, solamente unos billetes de avión, dos noches de hotel y una guía en papel, y resalto lo de papel porque cuando lo decía algunos pensaban que había contratado a un guía local. Nada que ver. Los guías seremos nosotros mismos, sin rumbo fijo pero con la certeza y convicción de que vayamos donde vayamos, será una gran experiencia. La aventura asiática, esta vez sí, me espera, y no puedo dejar de dar las gracias a la vida por tener la oportunidad de vivirla…



Y cuando regrese... cuando regrese seguiré compartiendo desde este rinconcito todo lo que acontece. Me voy embarazado de siete meses y cuando vuelva estaré a punto de dar a luz…

viernes, 16 de septiembre de 2016

¡Valió la alegría!

A veces no nos damos cuenta de lo que hablamos. Sin pretenderlo repetimos frases que, de tanto escucharlas, forman parte de nuestro repertorio habitual. Valió la pena, fue muy duro, pero valió la pena. Enfatizamos la pena en lugar de otros sentimientos como la alegría. ¿Por qué no decir valió la alegría hacerlo? ¿Por qué pensamos que merece la pena sufrir para conseguir algo, por ejemplo? Merece la alegría trabajar y ser constante para lograr aquello que te propones…


Y sigo con el perdón, un perdón que no quiero que sea superficial sino transformador…

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Bien podría ser una ecografía

Al principio no me percaté. Estaba pendiente de los detalles, las letras, su tamaño, los espacios entre párrafo y párrafo, asegurándome de que no le faltaba nada…

Y después caí en la cuenta de que bien podría ser una ecografía. Sí, tenía ante mí una ecografía perfecta del libro que está próximo a salir. Ya siento el color, sus manos y pies, su aroma en la piel… ¿Será esto mismo lo que siente un padre al ver a su futuro hijo por primera vez? Se me estremeció el corazón…


Ayer volvimos a llorar de agradecimiento...

martes, 13 de septiembre de 2016

Los últimos serán los primeros

La evolución de mi madre como animadora ha sido espectacular. De decirme en la primera travesía que si quedé de los últimos y me dieron medalla es que se la dieron a todo el mundo, ayer, cuando le volví a decir que quedé de los últimos va y me suelta: – Los últimos serán los primeros –, apostilló. Esa es mi madre…


Hay momentos en los que es preferible callar que hablar. Flotar en medio de mi silencio…

lunes, 12 de septiembre de 2016

¿Curva de lactato?

Ayer realicé mi última travesía antes de la definitiva que será el 8 de octubre. «A ver qué pasa hoy», me dije, porque siempre sucede algo anecdótico que contar. Y lo que pasó es que a pesar de ir con la idea de tener suficiente tiempo para llegar a la playa y calentar, casi llego in extremis porque me olvidé del chip y tuve que ir corriendo a casa a buscarlo, así que lo que uno se imagina no es lo que siempre sucede.

Aún así, llegué a tiempo para lanzarme al mar, y aunque mi intención era aumentar el ritmo para probar mi velocidad, nada de nada, seguí mi ritmo tal cual porque si no las fuerzas no me llegaban. Suerte que las pulseras “prohibido rendirse” me acompañan, así que fue un mantra que utilicé sobre todo al principio, que es donde más cuesta dar las brazadas… Pero llegué, una vez más llegué a la meta, aunque siempre sea el último o casi último :-)


Lo anecdótico fue el sorteo de premios, que por primera vez me quedaba hasta el final para verlo. «Visualiza que te vas a llevar un premio», me decía mi amiga Sonia, así que yo también estaba pendiente a ver si había suerte, pero cuando empezaron a sortear los regalos, nuestras caras de incredulidad eran un poema. Se sortearon regalos como: una prueba de esfuerzo con gases, que según he mirado hoy, sirve para conocer el estado de tu corazón, una curva de lactato, que no tenía ni idea de lo que era y me he tomado la molestia de buscarlo en Internet: «Es una prueba sencilla que se realiza sobre un tapiz rodante en un Laboratorio de Fisiología del Ejercicio o en una pista de atletismo, y que básicamente consiste en obtener una micromuestra de sangre (generalmente capilar del pulpejo del dedo) para valorar la concentración de lactato a distintas intensidades (velocidad) de ejercicio, conformando una curva de lactato». Y además, una analítica completa, que dicen venía muy bien para medir el exceso de colesterol después del verano.

Pues ante ese panorama, mi visualización para llevarme un premio se desinfló, pero nos reímos un montón...

sábado, 10 de septiembre de 2016

Mágico

Mágico. Mágico por la noche y la media luna que resplandecía en la oscuridad. Mágico por el viento que soplaba, recordándonos que la fresca brisa otoñal está por llegar. Mágico por el sonido del mar, envalentonado por olas que llegaban a la orilla para descansar. Mágico por los cientos de velas que iluminaban el lugar. Mágico por el piano que esperaba pacientemente a ser tocado por su amante para conducirnos a un éxtasis perfecto. Mágico por la compañía y por la comodidad de la butaca desde donde pude cerrar los ojos para viajar por donde la música me quisiera llevar. Y cuando abría los ojos para mirar las estrellas que adornaban el cielo, sentía que la vida era infinita y yo podía ser tan infinito como quisiera. Volar incluso para llegar hasta ellas. Mágico por los reencuentros, porque la vida siempre me da lo que necesito en el lugar y en el momento perfectos. Mágico por la intuición, porque desde que he aprendido a escucharla, no me abandona. Es testigo de todo lo que pasó en esa noche mágica que ayer aconteció…


Y al final, como no podía ser de otra manera, acabé jugando como desde hace tiempo aprendí a hacerlo, desde la más pura inocencia del niño que llevo dentro…

viernes, 9 de septiembre de 2016

¿Cómo lo ves?

O la mesa es muy pequeña o yo soy muy grande. Mejor imaginar eso, que somos muy grandes y todas las cosas de nuestro alrededor se nos quedan pequeñas. Nuestra esencia sobresale por sobre todas las formas que nos rodean. Este mundo se nos hace diminuto…


Y por aquí va otra frase: «Amar ya está en la naturaleza de los hombres. Aprendemos a no hacerlo».

jueves, 8 de septiembre de 2016

Un nosequé...

Como dice la taza que tiene mi madre en casa, «tengo un nosequé y un quéseyo que yoquesé». Me parece muy divertida la frase, una versión extendida del célebre «no sé». Lo que sí sé es que cuando vamos a contracorriente haciendo cosas que realmente no queremos hacer y nos olvidamos de nosotros mismos, el cuerpo se nos agota…


Como diría San Agustín: «Ama y haz lo que quieras».

martes, 6 de septiembre de 2016

Todos los caminos...

Dicen que todos los caminos llegan a Roma. En mi caso, todos los caminos me están llevando al perdón, siendo este el puente necesario para que llegues desde la culpa a la inocencia, así que esa está siendo mi principal prioridad y motivación. Me gustaría experimentar un perdón de verdad y no superficial…


Y por aquí también dejo una frase de la película Come, reza, ama: «Cuando das un paso para ayudarte a ti mismo, a veces acabas ayudando a todo el mundo».

lunes, 5 de septiembre de 2016

Pues no vi al tiburón

Días antes de la travesía, un compañero de trabajo y vecino de Punta Mujeres me dijo que había visto un tiburón por la zona a pocos metros de la costa. - ¿Y me dices esto ahora? -, le comenté entre risas, porque justo le había dicho que iba a hacer la travesía. Es curioso, porque se podría haber centrado en otros aspectos, como que la iba a disfrutar porque el fondo marino es muy bonito, pero no, él se centró en lo negativo, echándole gasolina a la mente para que empezara a elucubrar todo tipo de situaciones con el dichoso tiburón…


Aún así, me lancé al mar y eso es lo que me volvió a maravillar. Años atrás, ni de coña hubiera puesto un pie en el agua si intuyo que hay una mínima posibilidad de encontrarme con uno de esos escualos, pero esta vez no le tuve miedo, o me lancé a pesar de los miedos. Además, como me dijo un amigo, ¿quién le tiene miedo a quién? Tal vez sean ellos los que huyan de los humanos chiflados que no paramos de pensar y de interpretar…

domingo, 4 de septiembre de 2016

La vida sigue en +

Cada travesía que hago es totalmente diferente a la anterior. En esta ocasión, la sorpresa fue llegar a la meta junto a mi amigo Manu. Si lo llegamos a planear, desde luego no hubiéramos estado tan sincronizados, pero la vida nos quiso hacer ese regalo. 



Y otro regalo inesperado fue conocer a Ari Betancort, que forma parte del Club La Vida Sigue en + y ayuda a personas con discapacidad a practicar triatlón o especializarse en alguna de sus disciplinas: nadar, correr o ir en bici. ¡Qué casualidad!, pero el martes pasado vi en la piscina a su pupilo en acción, y días después, en Punta Mujeres, conocí al entrenador, que habla desde el corazón y ennoblece con sus palabras a todo aquel que las escuche. Un auténtico lujo haberte conocido, amigo, y desde aquí te vuelvo a dar las gracias por este regalazo que me has dado. No se me ocurre un gorro mejor con el que nadar de ahora en adelante. Nadar en positivo, porque independientemente de lo que nos suceda, debemos ver la vida en positivo. Si aún estamos vivos, será por algo, así que vamos a aportar aquello que sabemos hacer en beneficio de los demás...




viernes, 2 de septiembre de 2016

Sí, estoy seguro

Ya está, se terminó. Finaliza una etapa y comienza otra nueva donde los ingredientes que he enviado se fundirán en un único plato que espero sea delicioso para los comensales que se atrevan a degustarlo. Ya está, la primera parte concluyó, y ayer me hicieron esta pregunta: – ¿Estás seguro? –. Sí, estoy seguro, no me arrepiento y estoy dispuesto a descubrir eso nuevo que está por venir. Después de nueve meses de intenso pero emocionante trabajo, acabo de entregar casi todo el material a la editorial para que comiencen a maquetarlo.


Y mañana, una nueva travesía me espera…

jueves, 1 de septiembre de 2016

Si te dicen egoísta...

Como un lirón, anoche dormí lo que no estaba escrito. Así que desde las nueve de la noche me fui a la cama y antes de las diez, justo después de leer unas cuantas páginas del libro que estrené ayer, ya estaba roncando y soñando. Los deberes están hechos y a punto estoy de entregar todo el material. Tal vez he acumulado cansancio, pero no lo he notado porque sigo muy motivado y entusiasmado…


Y una frase que me encantó del fin de semana pasado fue: «Si te dicen egoísta, es que lo estás haciendo bien». Y dentro de casi nada, un merecido descanso…