A veces tenemos impulsos, ¿pero esos impulsos vienen del corazón o son arrastrados por nuestro ego que necesita de algo? No precipitarnos, alinear razón con corazón, esa es la cuestión... Que la sed no nos haga beber del vaso equivocado... Y si lo hacemos tampoco pasa nada, a fin de cuentas siempre estamos aprendiendo...
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