No
me pude resistir a quedarme embobado mientras escuchaba lo que
alguien me decía a través del teléfono. Fue escuchar la frase “sé
que si le doy una patada a lo racional, buscaré mis espacios”
y enseguida brotó una sonrisa desde mi interior. Estaba con los ojos
como platos, atento a las palabras de alguien que me estaba hablando
a corazón abierto, con la máscara de la razón quitada. Y seguía
hablando, ”no
quiero que la prioridad en mi vida sea la lógica y la razón, sólo
mi corazón”.
Madre mía, mi corazón temblaba de la emoción. Lo único que
atinaba a decirle era un gracias, gracias por haber compartido
conmigo esa magistral frase, esa frase que me habría encantado
compartirla a través de este rinconcito, pero que ni por un momento
se me pasó por la cabeza compartirla porque no era mía. Y seguía
hablando, “mi
corazón es el único que no me hace sentir culpable”.
Tocado y hundido. Una sabiduría innata brotaba de ese ser con el que
estaba hablando y, con cada cosa que decía, me impresionaba más. Y
también me emocionaba, como si esas palabras también resonaran en
mi corazón. Escucha a tu corazón y sabrás encontrar las palabras
correctas. Eso es lo único que acerté a decirle, porque alguien
también me dijo alguna vez que en el corazón está la clave de
todo. Me encanta la frase, se lo dije unas cuantas veces, eso de
darle una patada a lo racional me ha dejado en paz. Te la regalo, te
regalo esa frase y todas las demás, me dijo...
Pues
si me la regalas, por aquí la comparto, porque no sé si a alguien
le llegará, pero a mí me ha llegado al alma. Desde el corazón al
corazón...
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