Por aquí comparto esto
que me dejaron...
Ya seas feliz o
desdichado, recuerda: “Esto también pasará”. Esta es la
llave que te permitirá ser el amo de tus estados de ánimo y no su
víctima.
Un gran rey que tenía
trabajando para él a muchos hombres sabios se sintió frustrado. En
un país vecino, más poderoso que el suyo, se estaba preparando un
ataque contra él. El rey tenía miedo: de la muerte, de la derrota,
del dolor, de la vejez. Entonces llamó a sus sabios y les dijo: “No
sé por qué pero tengo que encontrar cierto anillo...uno que me haga
feliz cuando sea desdichado y que al mismo tiempo, si soy feliz y lo
miro, me haga sentir triste”.
Estaba pidiendo una
llave, una llave con la que pudiera abrir dos puertas: la de la
felicidad y la de la desdicha. ¿Qué estaba pidiendo?, ser dueño de
sus estados de ánimo. Estaba diciendo que quería dominar sus
estados de ánimo y no ser nunca más una víctima de ellos.
Los sabios se consultaron
entre sí pero no pudieron llegar a conclusión alguna. Finalmente
fueron a ver a un místico Sufí y le pidieron consejo. El Sufí se
quitó un anillo que llevaba puesto y se lo dio, diciéndoles: “Hay
una condición. Dádselo al rey pero decidle que debe mirar lo que
hay debajo de la piedra del anillo únicamente cuando todo esté
perdido, cuando la confusión sea total, la agonía perfecta y se
sienta desamparado por completo. De lo contrario no comprenderá el
mensaje”.
El rey obedeció. Perdió
su país, tuvo que escapar del reino para salvar su vida. El enemigo
lo estaba persiguiendo, él podía oír los caballos que se
acercaban...y su caballo cayó muerto. Entonces tuvo que correr a
pie...hasta que se encontró en un callejón sin salida.
En el último momento
recordó el anillo. Lo abrió, miró debajo de la piedra y allí
estaba el mensaje. Decía así: “También esto pasará”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario