La pendiente era empinada, pero estaba convencido de que la vista merecía la pena...
Y allí estaba, frente a mí, Alegranza...
Como se canceló la excursión que tenía reservada para pasar el día en el segundo islote más grande del Archipiélago Chinijo, recurrí al plan B y conseguí estar lo más cerca que pude de esta isla con nombre alegre...
De caminata hasta las Conchas, al norte de la Graciosa, me dio por subir la montaña que descansa en un lateral de la playa y disfrutar de unas vistas increíbles...
Al oeste Montaña Clara y Roque del Oeste...
Al este...el imperceptible Roque del Este...
Al sur el resto de La Graciosa y Lanzarote...
Gran caminata, gran día. Hasta un recuerdo dejé...
No hay comentarios:
Publicar un comentario