Sigo con mis días
post retiro y tengo muchas cosas para escribir y compartir, pero hoy
hago una parada para disfrutar de este nuevo amanecer...
Mis dos compis y yo
quedamos sobre las 7 de la mañana cerca de nuestro trabajo para
maravillarnos con la salida del sol. Al frente estaba naciendo el
amanecer, claro, sin nubes que lo ocultaran, y nosotros sentados
sobre el muro siendo testigos de tal belleza...
Después decidimos
cambiarnos de lugar para tener una mejor vista de la estampa.
Múltiples colores adornaban el cielo y fotografiábamos el momento,
aunque es verdad que en la cámara sale de una forma y en directo de
otra, pero lo bello es bello en cualquiera de sus formas...
Y ya de vuelta al
trabajo, una respuesta quedó grabada en mi memoria. Una de mis
compañeras dice que todavía no sabe lo que quiere ser de mayor y el
otro responde: a veces simplemente hay que ser. Gracias,
Gracias, Gracias...
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