Otro año intenso pero vivido con más serenidad, esa es la sensación que tengo y hasta yo mismo me sorprendo… 2023 me ha dejado un sinfín de experiencias, unas cotidianas, otras de superación personal y algunas que me están dando la oportunidad de experimentar otra faceta de mí… “¡Ya era hora!”, celebra mi locutor interno, ese que siempre opina y nunca calla y al que he aprendido a aceptar como una parte de mí, tan esencial como los pulmones que me permiten respirar… Y lo vivo con serenidad, al menos con más serenidad de la que cabía esperar, cosa que me sigue sorprendiendo y me alegra… Y al final, cuando estoy a punto de cerrar este año tan apasionante, novedoso y brutal, pido que el nuevo año sea otra vez intenso pero vivido con serenidad, confiando en que todo pasa por algo y que “gracias” siga siendo la palabra que más repita, sobre todo dar las gracias y respirar de alegría porque sigo con vida…
Y lo que tenga que venir, que venga, que aquí lo viviremos con intensidad, pero con serenidad... El 2024 no será ni bueno ni malo, tú lo harás bueno o malo…