Diálogos imaginarios para presionar el interruptor y apagar los miedos de mi mente, que también son imaginarios y, por ende, inexistentes:
Yo: El avión no se caerá.
Una señora: ¿Y por qué está tan seguro?
Yo: Porque yo también estoy dentro, así que no se preocupe que nada sucederá.
Una señora: Vaya, lo suyo es confianza a prueba de bombas.
Yo: Sí, aún me quedan muchos años por vivir, así que abróchese el cinturón y disfrute del vuelo...
Entonces caigo al ❤️ y me siento sano... Y cuando aterrizo, alguna cara conocida que me alegra el alma...
Al llegar al punto de inicio, donde verdaderamente va a comenzar la aventura, lanzo una intención: conectar con todo lo que me rodee, sanar, sin tiempo, sin prisas, pues nadie me espera salvo mi sola presencia...
Y para terminar, mientras mis pies se refrescan en un río, el revoloteo de una mariposa blanca, que según me han dicho simboliza confiar en la vida y que algo bueno está por venir...
Con la extraña sensación de que sin empezar ya tengo ganas de repetir, así que nada más que añadir, Señoría...
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