Escritos a destiempo, pero que me apetece que permanezcan imborrables en el tiempo...
Recorrer cada una de las estancias y recordar los momentos que viví en ellas, un hogar que me abrió las puertas sin apenas conocerme, que me acogió como uno más, una casa en la que me emocioné, en la que lloramos y reímos, la que nos afianzó como un trío sin igual… Hice un viaje temporal para honrar lo vivido no desde la tristeza sino desde el más puro agradecimiento hacia ella, la artífice de nuestra amistad… Y al irme, sentir que no la dejaba allí sino que seguiría viajando conmigo, con ella y con todos los que tuvieron la suerte de conocerla, hacia un nuevo comienzo, hacia un nuevo hogar...
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