Escribo para dejar constancia de que conocí a una mujer extraordinaria llena de luz, fuerza y resiliencia y que aunque fue poco el tiempo que compartimos, en una de nuestras conversaciones me dijo "no dejes de hacer lo que haces porque a mí me ayudas", lo que me animó a continuar... Y cuando me entero de la noticia me entristezco, pero combato la pena con este puñado de palabras para recordarla y honrar su memoria...
Entonces sonrío, sonrío al recordar ese sueño que juntos habíamos proyectado y que aunque ahora estemos en mundos distintos, podrá hacerse realidad... Con mi imaginación, haré que sigas componiendo y que tu voz pellizque el corazón de los afortunados en escucharte... Gracias, Estefanía, porque en tan poco tiempo, me diste tanto...
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