¿Y
qué te ha dado Lanzarote? Esto,
me contesta, y de repente empieza a golpear con su mano el banco de
cemento en el que estábamos sentados.
Esto
es lo que me ha dado, vivir
el momento presente,
y me he dado cuenta de que si estoy fuera de estos golpes me pierdo.
Natalia
y yo, que estábamos presentes en la conversación, hemos intentado
recordar qué fue lo que exactamente dijo y fue algo así como que si
tú no sigues esto, que es la vida
(refiriéndose al golpeteo acompasado de su mano contra el asiento),
ella
pasa y tú te la pierdes.
¿Entonces
por qué no reconsideras tu decisión de irte?
Porque
se lo debo a mi madre, porque mi madre ha hecho mucho por nosotros,
refiriéndose
a él y a sus hermanos, supongo.
Entonces
sacrificarás el momento presente, aquello que te hace bien, por los
demás,
le
dije,
mientras
miraba pa' Natalia y ella devolvía mi mirada
sonriéndome y diciéndome que seguramente escribiría en este
rinconcito al respecto. Pues no lo había pensado, pero viendo su
sonrisa me animé a ello.
Sí, pero
lo tengo que hacer,
me volvió a decir.
Bueno, pues nada, sólo
espero que allá donde vayas encuentres también el momento
presente...
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