He
encontrado esta imagen y sólo me dan ganas de mirarla...
¡Qué
inmensa, qué poderío, qué seguridad! Sólo hay que mirar fijamente
a los ojos del águila para ver todas esas cualidades en ella. En
cambio, la gallina parece pequeña, asustada, limitada. Ven,
le dice el águila. A dónde, le responde la gallina. A las cumbres,
allá donde todo se ve. Pero yo estoy bien en este corral. Yo también
estuve en este corral y pensaba que estaba bien pero ahora, sabiendo
lo que sé, prefiero volar. Ven, no tengas miedo, tú también puedes
volar...
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