El
tiovivo nunca deja de girar,
una rueda que gira y gira sin parar...
Se
había cancelado o aplazado una obra de teatro en la que participaba
y, de la nada, surge un nuevo proyecto con el que estoy
verdaderamente entusiasmado, una obra de teatro en la que voy a
colaborar con un grupo de amigos. Pero a este proyecto hay que
sumarle la puesta en escena de la obra infantil “Mágica Será”
para recaudar fondos a favor de SARA, y también los ensayos de la
obra “Tempo Lanzarote”, que próximamente se repetirá
quincenalmente en los Jameos del Agua. Entonces, sin pretenderlo, me
he visto inmerso en un montón de proyectos a la vez, lo que me lleva
a reflexionar sobre qué es lo urgente y qué lo importante...
Es
curioso, pero ahora que estoy revisando las entradas anteriores de
este blog, hace prácticamente un año, el 29 de abril de 2014,
expliqué la
diferencia entre lo urgente e importante y
comenté que “solemos
dejar lo que realmente es importante (salud, seres queridos,
inspiraciones... nuestra vida, en definitiva) por obligaciones
constantes, es decir, antemponemos lo urgente a lo importante”.
No
obstante, ayer me dí más cuenta si cabe que hay que disfrutar de
todo, incluso de un atasco o del mismo estrés, así que disfruto de
esta situación hasta que empiece a soltar aquello que no sea
importante. Quédate
quieto y sabrás que eres Dios,
pues eso, observa la situación...
El
tiovivo nunca deja de girar,
una rueda que gira y gira sin parar, donde las acciones se
multiplican pero, afortunadamente, eres
tú el que puede decidir bajar del tiovivo en cualquier momento...
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