Hace una semana que regresé de viaje, pero el hecho de estar relatando la experiencia a través de este blog me está haciendo recordar algunas de las anécdotas que más nos hicieron reír y disfrutar, así que voy a seguir con ello...
Como cada mañana, un buen desayuno antes de comenzar la jornada. Ese día partimos rumbo a Dana, haciendo por el camino varias paradas para disfrutar de unas vistas fantásticas...
Como cada mañana, un buen desayuno antes de comenzar la jornada. Ese día partimos rumbo a Dana, haciendo por el camino varias paradas para disfrutar de unas vistas fantásticas...
También
paramos para fotografiar el
lirio negro,
que es la flor nacional de Jordania. Florece siempre en el mes de
abril a los bordes de la carretera del rey...
Después
llegamos a Karak,
donde visitamos el castillo de la ciudad...
Paramos
otra vez, en esta ocasión para comer y reponer fuerzas, a unos
kilómetros de llegar al destino fijado...
Nos
esperaba el Dana
Tower Hotel,
un hotel rural con encanto, donde disfrutamos de una puesta de sol y
una magnífica cena muy variada compuesta por veintidós platos
calientes...
Después
de cenar nos pusimos a jugar a los lobos
y ciudadanos,
donde los lobos intentan cargarse a los ciudadanos y evitan que les
descubran. Uff, eso de mentir no se me da muy bien, eso de decirle a
alguien que confíe en mí cuando en realidad no debe confiar en mí es algo a lo que no estoy acostumbrado, pero se trataba de un juego y en el juego
todo vale, jeje. Las risas estuvieron garantizadas y el buen ambiente
se creó de forma inmediata. Se pasó un rato muy divertido y al
acabar todos fuimos a dormir porque al día siguiente, aunque aún no
lo sabíamos, empezaría lo más duro del viaje. Bueno, la intención
era irnos a dormir, pero más de una no pudo hacerlo por la
excitación del juego. Ellas dicen que fue por el té, pero a mí me
da que seguían con el disfraz de lobo...
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