martes, 21 de octubre de 2014

Washington

No he contado casi nada de New York y ya me he pasado a Washington, pero es que tampoco pretendo hacer una cronología de mi viaje, sino poner cosas según me vayan llegando. Y además, hoy que vuelvo a meditación después de tres semanas, me he acordado de la figura de Abraham Lincoln en el memorial que lleva su nombre...


Fue verlo y sentir que así podría estar el Ser, observando todo con una calma absoluta, viendo el flujo de pensamientos que pasan a su lado pero sin desviar la mirada de la inmensidad, sin identificarse con ellos. Así me imaginé que podría estar nuestro Ser, acomodado en una buena butaca siendo testigo de todo con total neutralidad...


Y razones tenía para no apartar la mirada el Señor Lincoln porque justo en frente podía divisar un obelisco inmenso, un monumento conmemorativo al primer presidente de Estados Unidos, George Washington, de unos 170 metros de altura, siendo actualmente la segunda estructura más alta del mundo, después de la Torre Eiffel...



Y es que en Washington todo es grande, exceptuando la Casa Blanca, que parece que en las películas es un gran caserón, pero si la ves en vivo desde la distancia no resulta tal cosa...



Además del National Mall, donde se concentra casi todo lo visitable, también está el Cementerio de Ardlington...



Un día en Washington no fue suficiente para visitar todo, pero sí lo fue para hacerte una idea de la ciudad...

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