lunes, 20 de octubre de 2014

Una hora en Amsterdam

No era el destino final, pero dado que teníamos que hacer una escala de cuatro horas en esa ciudad, en lugar de esperar todo ese tiempo en el aeropuerto, nos pudimos acercar a Amsterdam para desayunar y pasear durante una hora...


Fue tiempo más que suficiente para recordar lo bonita que es Amsterdam, pues ya había estado allí hace unos cuantos años, así que nos sumergimos por sus calles y canales, llegando incluso a la Plaza Dam, una de las más conocidas de la ciudad. Allí se estaba desmontando una feria y una de sus atracciones nos recordó hacia dónde íbamos...


Con esa hora tuvimos tiempo para ver y recordar sus calles, sus canales, la arquitectura típica de las casas y el olor a porros, aunque sinceramente yo prefiero los porros cósmicos, la verdad...


No hay comentarios:

Publicar un comentario