¿Acaso es un delito mirarse al espejo y decirnos lo guapos que estamos?
¿Por qué nos tachan de narcisistas? También nos pueden decir egocéntricos,
etiquetas que desvirtúan el acto de querernos a nosotros mismos. A veces nos
dicen que no tenemos abuela, como si las abuelas fueran las únicas que pueden resaltar nuestra belleza. ¿Y qué pasa con nosotros? ¿No tenemos derecho a
mirarnos al espejo y destacar nuestras virtudes en lugar de señalar los
defectos? Sonreírnos, esbozar una sonrisa que ilumine nuestra cara, recordar lo
valientes que somos, la fortaleza que anida dentro de nosotros… ¿Por qué está
mal visto decir algo bueno de nosotros? No quiero vivir en un mundo en el que
tenga que reprimir mis impulsos por quererme a mí mismo. ¿Me debo sentir mal? No,
así que me lanzo, me miro al espejo y con mi voz interior me digo ¡qué mono
que estoy! Feliz día de San Valentín, Ibán…
No hay comentarios:
Publicar un comentario