Empecé
el mes hablando de un libro sobre el optimismo y sigo hoy con algo
relacionado con el optimismo. ¿Será que siempre deberíamos tener
el optimismo presente? El caso es que me contaron una historia
titulada como “optimismo
a prueba de bombas”
y, aunque no me acuerdo exactamente de la misma, más o menos voy a
reproducirla, aunque la sitúe en otro lugar y en otro contexto. El
resultado será el mismo...
"Había
una tienda en Londres que siempre ponía un cartel que decía “we
are opened as usual”, estamos abiertos como de costumbre. Durante
la Segunda Guerra Mundial y a causa de los bombardeos, la tienda
quedó prácticamente destruida. Las paredes cayeron y sólo quedaron
en pie un par de estanterías. Aún así, ese día abrieron el local
y pusieron el cartel “we are more opened than usual”, estamos más
abiertos de lo habitual.”
Esto
es un claro ejemplo de optimismo
a prueba de bombas. En
lugar de centrarse en la tragedia y en las ruinas, se centraron en lo
que quedó a salvo. Celebraban la vida...
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