lunes, 30 de noviembre de 2015

He encontrado la pasión

Después de haber hablado con mi amiga Pino durante casi una hora, fui a la cama y leí esto…

“El secreto de la felicidad es simple: averigua qué es lo que te gusta hacer y dirige todas tus energías en esa dirección. Si analizas a las personas más felices, saludables y satisfechas de tu mundo, verás que todas han encontrado cuál era su pasión y luego se han dedicado a perseguirla. Esta vocación suele ser casi siempre la de servir a los demás. En cuanto concentres tu poder mental en conseguir lo que amas, la abundancia inundará tu vida y todos tus deseos serán satisfechos sin esfuerzo”.

“Primero descubre cuál es la misión de tu vida, así despertarás cada mañana con una reserva ilimitada de energía y entusiasmo. Todos tus pensamientos estarán concentrados en tu objetivo. No tendrás tiempo para perder el tiempo. El poder de la mente, por tanto, no se malgastará en pensamientos insignificantes. Automáticamente, borrarás el hábito de preocuparte y te volverás mucho más eficaz y productivo. Aún más, tendrás un profundo sentido de la armonía interna, como si algo te guiara para realizar tu misión en la vida. Es una sensación maravillosa”.



La conversación fue para confirmar aquello que quiero hacer. He encontrado la pasión, dos retos en los que enfocarme, y toda mi atención estará centrada en ellos. Todo lo demás, carece de importancia. Además, no tendré prisa por conseguirlos, porque siento que durante el proceso de cocción es donde encontraré los mayores niveles de satisfacción. Gracias, gracias, gracias…

jueves, 26 de noviembre de 2015

Acción de Gracias

No sé si es porque hoy me han invitado a una cena de Acción de Gracias y he pensado que será un buen momento para seguir practicando la meditación de la gratitud. Lo cierto es que, de repente, me he acordado de la prueba final que me hicieron para certificar, con un papel, que estaba completamente sano…

Estaba en una especie de rosco y en mi mente sólo había gratitud. En lugar de ver los pensamientos pasar, veía las caras de toda la gente que había conocido durante todo ese tiempo y que, de alguna manera, me habían empujado hasta allí, a culminar con buen pie la meta. Veía una cara y agradecía los momentos vividos con ella, luego pasaba otra y hacía lo mismo. De vez en cuando se me colaba algún pensamiento como “están tardando mucho, seguro que es porque han visto algo”, pero automáticamente los hacía callar. En ese momento no conocía el “no sé” o “este pensamiento no significa absolutamente nada”, pero instintivamente me salía silenciarlos: ¡¡¡ssssssshhhhhhhhh!!! Las caras se sucedían y cada una de ellas me transmitía confianza…


¡Qué gratitud tan inmensa siento! No sé cómo explicarlo…

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Excusitis

Se estaba haciendo de noche y estaban a punto de cerrar la puerta. Aún así, me dejaron pasar unos minutos y no quise perder la oportunidad. Salvo con el guardián, no me crucé con nadie más. Estaba solo, silencioso, escuchando el viento, la respiración y mis pasos al andar. Hacía muchísimos años que no entraba en el cementerio pero, aún así, llegué a encontrar la tumba de un tío que falleció muy joven mucho tiempo atrás. Muchos estaban enterrados en ese lugar. Algunos pudieron vivir su vida con intensidad y otros tal vez no, poniendo excusas y pensando que tendrían tiempo para realizar aquello que querían realizar, pero el tiempo acaba, tarde o temprano acaba…



Tu vida empieza donde acaban las excusas. La peor enfermedad del mundo se llama “excusitis”, que es encontrar siempre una excusa para cualquier cambio o acción que quieras realizar. Estoy vivo, sano, a qué espero para realizar aquello que quiero realizar. Tarde o temprano voy a acabar en el cementerio, así que aprovecha este momento. Con paso firme y decidido salí del lugar dispuesto a realizar las acciones necesarias para lograr mis retos, que se cocerán a fuego lento, pero al menos ya he puesto la cocina en funcionamiento…

martes, 24 de noviembre de 2015

¿Cuándo? Aquí y ahora

¿Serán señales que no puedes obviar? Lo cierto es que, durante el curso del pasado fin de semana, nos hicieron tres preguntas fundamentales. La primera fue qué visión tenemos de nuestra vida en el futuro, la segunda era que escribiéramos cinco acciones para conseguirlo y la tercera pregunta era cuándo vas a emprender estas acciones. ¿Cuándo? Aquí y ahora, fue mi respuesta. Lo llamativo de todo fue que media hora después, tras la finalización del curso, una amiga se acercó a mí para decirme cuándo iba a hacer tal cosa. Me quedé sorprendido, porque precisamente lo que me estaba proponiendo era una de las acciones que yo había escrito para conseguir mi visión de futuro. Además, mi respuesta rotunda fue que empezaría a emprender las acciones aquí y ahora...



Podría ser una gran motivación, es una gran motivación. La suite 308 fue testigo del nacimiento de la motivación. Gracias por transmitirme tanta motivación, querida amiga, porque una vida sin motivación es como estar dentro de un ataúd a la deriva...

lunes, 23 de noviembre de 2015

Personaje VS Ser

Yo, el personaje, no soy ejemplo de nada. El ejemplo es la carta, esa carta que escribí desde lo más recóndito de mi ser y que me emociona cada vez que la leo...

El personaje cree que podría decepcionar a alguien y un halo de exigencia recorre la piel de su cuerpo. El ser no tiene cuerpo, no se presiona, no muestra exigencia, sólo siente...

El personaje trata de defender una imagen, su identidad. El ser no está identificado con nada, sólo siente...

El personaje vería un resultado adverso como negativo. El ser lo vería todo neutro y cualquier resultado sería una oportunidad para seguir creciendo, para seguir aprendiendo...



Gracias por todo lo descubierto. Estoy preparado para mañana, para seguir creciendo, para seguir aprendiendo...

viernes, 20 de noviembre de 2015

Ir sin expectativas

Como un niño cuando lee, que se sorprende con cada página que pasa y que lo va enganchando a la trama. Difícil no tener expectativas cuando te dicen que el curso de hoy, terapeuta consciente, nos cambiará la vida...


Pues nada más que decir. Intentaré ir sin expectativas, con mucho entusiasmo y a ver si me cambia la vida...


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Vivir

Vivir, ese es el título del libro que me regalaron ayer y cuyo contenido se puede resumir en esta página de diario de una persona budista:

Paseo, dice, al amanecer de un día de buen clima. Me dejo acariciar por la brisa, saboreo la experiencia de estar vivo, sentir palpitar mi vida. Y pienso: ¡Vivir, qué maravilla y qué enigma! Interrumpo el paseo. Me paro en silencio a saborear esta vivencia. Estoy vivo, pero mi vida me desborda; no es sólo mía, ni la controlo. ¡Vivir es ser vivificado por la Vida que nos hace vivir! Sigo paseando. Compro el periódico. Titulares de muerte me desazonan: atentado, asesinato, guerra, maltratos, hambre, manipulación, tortura... Me pregunto: ¿Cómo construir una humanidad en que nos hagamos vivir mutuamente, en vez de destruirse cada persona a sí misma, a sus semejantes y al entorno? ¿Cómo recuperar la experiencia de vivir, la gratitud por estar siendo vivificados, la responsabilidad de vivificarnos mutuamente?”


Y mientras ayer nadaba de espaldas, boca arriba, con la respiración agitada por el esfuerzo y el cansancio, fui consciente de que estaba vivo, de que respiraba, y me acordé seguidamente del título del libro. No pude evitar sacar un grito de júbilo, de emoción. Estaba vivo, nadando, llegando a la otra orilla, aunque de la emoción ya no lo hacía en línea recta e iba como un barco a la deriva. Quizás la vida me estaba desbordando, no la estaba controlando. Tuve que pedir disculpas al chocarme con los otros nadadores. Se me había ido la pinza mirando al techo y gritando de alegría, siendo consciente de que nadie me escuchaba, porque cada uno estaría centrado en su nado, pero si me escuchaban me daba igual. ¿Qué me iban a decir, que se me fue el baifo, que por qué hago esas cosas tan raras? Si ahora leen esto también lo podrían pensar pero, como le dije a una compañera mía, quiero escribir sin sentir que la gente me lee, escribir para expresar lo que siento, lo que hago, sin temor a ser juzgado. Escribir para expresar mi gratitud a la vida...

martes, 17 de noviembre de 2015

Manzanas y naranjas enteras

De las cosas dichas en el curso del domingo pasado, recuerdo especialmente a una persona que le habían hecho creer que ella era media manzana, que tenía que buscar la otra mitad fuera, pero que al final, gracias a una serie de herramientas, se dio cuenta de que ella es la manzana entera. No necesita nada más...


Lo mismo nos han hecho creer con lo de nuestra media naranja, que está fuera y vamos como locos a buscarla. El amor romántico que nos venden en Hollywood no es verdadero. Nosotros ya somos la naranja entera, suficiente para hacernos un zumo si la exprimimos con entusiasmo, saboreando hasta la última gota. Si por el camino encontramos otra naranja que se complemente con nuestro sabor, la añadimos al vaso, pero en ningún caso será necesario...

Las relaciones son un espejo que pueden representar un añadido a tu felicidad, un complemento, pero nunca una necesidad...

lunes, 16 de noviembre de 2015

Teresa Feliz

Hacía por lo menos más de un año que en la casa donde vivo no se preparaba una cafetera. La razón es que no lo tomo, por eso no lo hacía, pero ayer preparé un desayuno rico a gusto de todos los comensales, el invitado y un servidor. El hecho de que yo haya cambiado la alimentación y no coma o no me apetezca comer ciertas cosas, no es motivo para que no pueda preparar un desayuno variado en el que cada uno coma lo que quiera. Aquí hay cabida para todos y todos serán bien recibidos. El amor está hecho para sentirse, para expresarse, para vivirse. Sentir amor y no expresarlo, es como envolver un regalo y no entregarlo...


Lo gracioso fue cuando fui a comprar al supermercado las cosas necesarias para el desayuno y me atendió una cajera llamada Teresa Feliz. Tenía unas ganas locas de sacarle una foto a su etiqueta identificativa y se lo pedí, pero me dijo que no podían hacerse fotos porque podían llamarle la atención. Entonces no, le contesté, y al despedirme le dije que siguiera siendo tan feliz, lo que provocó el rubor en sus mejillas y una tímida sonrisa...


Y después del desayuno llegó el postre, un postre que duró prácticamente un día. Últimamente no suelo ser de postres, pero ayer me empaché. Gracias a tod@s por el maravilloso día...

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Optimismo a prueba de bombas

Empecé el mes hablando de un libro sobre el optimismo y sigo hoy con algo relacionado con el optimismo. ¿Será que siempre deberíamos tener el optimismo presente? El caso es que me contaron una historia titulada como “optimismo a prueba de bombas” y, aunque no me acuerdo exactamente de la misma, más o menos voy a reproducirla, aunque la sitúe en otro lugar y en otro contexto. El resultado será el mismo...

"Había una tienda en Londres que siempre ponía un cartel que decía “we are opened as usual”, estamos abiertos como de costumbre. Durante la Segunda Guerra Mundial y a causa de los bombardeos, la tienda quedó prácticamente destruida. Las paredes cayeron y sólo quedaron en pie un par de estanterías. Aún así, ese día abrieron el local y pusieron el cartel “we are more opened than usual”, estamos más abiertos de lo habitual.”


Esto es un claro ejemplo de optimismo a prueba de bombas. En lugar de centrarse en la tragedia y en las ruinas, se centraron en lo que quedó a salvo. Celebraban la vida...


martes, 10 de noviembre de 2015

Apuntarlo en una libreta

La sensación de que te salen las palabras de dentro, que tienes todo absolutamente claro para tomar una decisión y que piensas que no se te va a olvidar jamás, pero al rato puedes olvidarlo todo y tratas desesperado de recordar qué fue aquello que te llevó a la comprensión...


Me ha pasado muchas veces y, para que no vuelva a ocurrir, lo que he hecho ha sido apuntarlo en una libreta. Así estará siempre presente aquello que brotó desde mi interior y, simplemente recordándolo, me ayuda a estar en paz...

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Qué es el Reino de Dios?

Desde el pasado viernes estoy intentando ver amaneceres y puestas de sol, incluso las dos en el mismo día. Me llamó la atención que, nada más llegar al lugar para ver el amanecer, un señor me diera un folleto que decía...


¿Qué es el reino de Dios? No sé, la verdad es que me tumbé sobre el muro y me dije que sería estar en paz y tener la sensación de no necesitar absolutamente nada. Eso sería el Reino de Dios...


Unas veces con nubes, otras veces con el cielo totalmente despejado. Lo cierto es que he podido disfrutar de los cielos y el sol en todo su esplendor...


jueves, 5 de noviembre de 2015

La mente como una fiel servidora

Mi amiga lo tenía claro: déjame a mí la correa que yo la manejo bien. Eso me lo dijo cuando fuimos a dar un paseo con su mascota. Si yo hubiera estado sujetando la correa, probablemente me hubiera llevado más de un tirón y tendría la mano tensa de cogerla con fuerza, pero ella la llevaba muy bien, el perro a sus pies, dejando claro quién guiaba...

Lo mismo sucedería con la mente. La mente debería estar a nuestro servicio para utilizarla como guía, pensando de forma funcional, dejando claro que esa es su única función y no identificarnos con toda la artillería de pensamientos disfuncionales que se generan cada día, dicen que por lo menos sesenta mil al día. Imagínate por un momento siendo guiado por la mente, colocándote la correa alrededor del cuello y que sea ella la que tira de la misma. Una locura, ¿verdad?



Mejor al revés. Tú eres el domador y la mente estará a tus pies, como una fiel servidora. Es un instrumento pero no un maestro. Si se alinea contigo, no tiene por qué obstaculizar tu camino. Si se alinea contigo, no se opondrá a tu felicidad…

miércoles, 4 de noviembre de 2015

La mejor compañía

Había quedado con alguien pero, al llegar, tuve la sensación de que esa persona se iba a olvidar. No hice nada por evitarlo, ni siquiera llamarla, porque probablemente sólo iba a conseguir que se apurara para llegar. Intuía que se había olvidado por completo, pero decidí esperar...


Me senté, pedí un té y me puse a esperar. Si viene, disfrutaré de su compañía, si no viene, disfrutaré de este momento, también estando en la mejor compañía, conmigo mismo. No es que hiciera comparaciones ni mucho menos, pero me estaba encontrando la mar de agusto solo, poniendo los morros sobre el té humeante para impregnarme con todo su olor, divisando la quietud de aquel espacio, observándolo todo sin decir ninguna palabra. Estaba conmigo, como hacía tiempo que no lo estaba...

Efectivamente, esa persona se había olvidado por completo y se sintió fatal por haberlo hecho, pero ya le dije que ni se preocupara, que había disfrutado del momento y que, por supuesto, podríamos quedar en otra ocasión. Gran tarde a solas...

martes, 3 de noviembre de 2015

Viaje al optimismo

Así quiero empezar noviembre, con un viaje al optimismo. Ese es el título del libro que me regalaron en mi última escapada y por eso quiero empezar así el mes, con optimismo, o continuar con el mismo optimismo de siempre, aunque a veces los nubarrones mentales te intenten sacar constantemente... 


Aprendiendo siempre, errando muchas veces, acertando en otras ocasiones, pero siempre aprendiendo, por eso también quiero compartir esta frase que ayer me dijeron: 

"Cuando te desapegas del resultado, ya no eres la persona que hace que sucedan las cosas, sino la que permites que aparezcan. Ya no hay lucha..."