Mira
qué cielo más bonito, le dije a una compañera nada más salir del
coche para entrar al trabajo. Sí, sí...e iba a pasar de largo, pero
después se paró y dijo: oye, es verdad, tenemos unos cielos
impresionantes, lo que pasa es que muchas veces ni nos damos cuenta.
En vez de disfrutar de esas cosas sólo estamos enganchados
a los problemas...
Es
curioso, pero parece que nos gusta revolcarnos en los problemas y, si
no los tenemos, hasta nos sentimos raros. Ya vendrán, porque la vida
es así, un sufrimiento constante. Menuda creencia nos han enseñado
desde pequeños, creencia que, por otra parte, sería interesante
desactivar. Suelta la exigencia, suelta las creencias, y la vida te
regala un montón de experiencias para disfrutar. En todo caso,
engánchate
al amor,
porque tú eres amor...
Y
por aquí dejo otro de los preliminares de la maestría de Reiki Shin
Do: “Sintonízate
siempre pensando como piensa el amor y, a su vez, exprésate como lo
haría él en cada situación”.
¿No sería un chollazo ponerlo en práctica?
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