Recuerdo mucho esta
frase. Un día se la dediqué a Juan, para que se animara y saliera
pronto del hospital. Otro día también se la dije a un amigo, para
que confiara en que todo iba a salir bien, y muchas veces me la digo
a mí mismo, porque sé que me ayuda y porque quiero seguir confiando
en la esencia de la frase: al final todo va a salir bien, y si no
ha salido bien, es que todavía no es el final. Esa misma frase aparece en el trailer
de la película Hotel Marigold...
Y otra cosa que me
encanta es hablar cuando hay ciertos malentendidos para que no vayan
a más, como lo que acabo de hacer ahora con alguien muy cercano. Si
lee el blog igual se sorprende de que recién ha pasado lo estoy
contando, pero agradezco enormemente esa conversación porque sé
que nos ha valido a ambos para evolucionar y mejorar, por lo menos a mí, porque me ha servido para darme cuenta de cosas que hago sin querer. Si hablas a
alguien, es como si te estuvieras hablando a ti mismo...
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