martes, 16 de diciembre de 2014

Montaña Rusa

Subidas y bajadas, unas veces más lento y otras a velocidad de vértigo, sensación de que no puedes controlar nada, de que nada depende de ti por más que te quieras agarrar a cualquier hueco del asiento. Unos gritan de miedo y otros gritan de alegría, liberando la adrenalina de sus cuerpos. Caídas al vacío y otra vez subir hasta que finalmente el ritmo se ralentiza, la montaña rusa para y todo se acaba...


Guauuu, y mientras estoy escribiendo esto una sensación de tristeza embarga mi cuerpo al pensar que todo se acaba, que la vida tarde o temprano se acaba, pero lo que me ha puesto triste no es el hecho de que la vida se acabe, porque sé que se acaba, sino que no me gustaría que mi vida fuera plana, carente de vida, sin subidas ni bajadas...

Pues bien, estoy teniendo precisamente eso, subidas y bajadas, y encima no las puedo controlar. A uno que me sé yo le gustaría que ciertas cosas fueran de otro modo, pero lo bueno es que ya sé quién es ese que desea que las cosas sean de un modo u otro, como si lo pudiera elegir a la carta, y precisamente ese no soy yo, porque YO SOY...

Si lo que estoy teniendo es eso, subidas y bajadas, lo que estoy teniendo es vida, vida, VIDA en mayúsculas, y eso es motivo más que suficiente para estar contento y agradecido. A celebrar la vida...

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