Subidas
y bajadas, unas veces más lento y otras a velocidad de vértigo,
sensación de que no puedes controlar nada, de que nada depende de ti
por más que te quieras agarrar a cualquier hueco del asiento. Unos
gritan de miedo y otros gritan de alegría, liberando la adrenalina
de sus cuerpos. Caídas al vacío y otra vez subir hasta que
finalmente el ritmo se ralentiza, la montaña
rusa
para y todo se acaba...
Guauuu,
y mientras estoy escribiendo esto una sensación de tristeza embarga
mi cuerpo al pensar que todo se acaba, que la vida tarde o temprano
se acaba, pero lo que me ha puesto triste no es el hecho de que la
vida se acabe, porque sé que se acaba, sino que no me gustaría que
mi vida fuera plana, carente de vida, sin subidas ni bajadas...
Pues
bien, estoy teniendo precisamente eso, subidas y bajadas, y encima no
las puedo controlar. A
uno que me sé yo le gustaría que ciertas cosas fueran de otro modo,
pero lo bueno es que ya sé quién es ese que desea que las cosas
sean de un modo u otro, como si lo pudiera elegir a la carta, y
precisamente ese no soy yo, porque YO SOY...
Si lo que estoy teniendo es eso, subidas y bajadas, lo que estoy teniendo es vida, vida, VIDA en mayúsculas, y eso es motivo más que suficiente para estar contento y agradecido. A celebrar la vida...
Si lo que estoy teniendo es eso, subidas y bajadas, lo que estoy teniendo es vida, vida, VIDA en mayúsculas, y eso es motivo más que suficiente para estar contento y agradecido. A celebrar la vida...
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