Muchas veces me sale decir esa expresión, ¡qué casualidad!, aunque
ahora sé que todo está orquestado, que tal y como decía Albert Einstein «casualidad
es la manera que tiene Dios de mantenerse en el anonimato». Y al decir ¡qué
casualidad!, normalmente va acompañado de una gran sonrisa o la boca
abierta de par en par, éxtasis de sorpresa, porque jamás imaginé vivir algo
igual. Y me encantan esas casualidades que se cruzan de vez en cuando por el
camino que voy transitando, que me llenan de entusiasmo y ganas de querer
seguir viviendo esta vida loca que estoy creando…
No hay comentarios:
Publicar un comentario