Quedarte donde estás, acostado en un sofá, abrazado a tu soledad, sin
ganas de hacer nada, con ganas de llorar… A veces pasa… Y después todo lo contrario,
ánimo para continuar, trepar árboles, escalar el Everest… Ciclos que se van
sucediendo, subidas y bajadas necesarias para equilibrar, permitir los diferentes
estados, porque ninguno es mejor ni peor que el otro. No se trata de quedarte
anclado en las profundidades por tiempo ilimitado, de regodearte en tu
desgracia ni sentirte una víctima de tus circunstancias, sino regalarte tiempo
para reflexionar y que el impulso sea más alto. Y una certeza me rodea, cada
vez que te levantas de una recaída, más fuerte serás…
Pienso como tu Iban. Tenemos que sentirnos hundidos para resurgir. Un beso
ResponderEliminarCreo que hay gente que no sabemos caer para parar y saber valorar la subida y que es lo que realmente importa en la vida nos creemos impresindibles y nos olvidamos de uno mismo y de nuestras necesidades
EliminarGracias por compartir...
ResponderEliminar