Hoy me siento así, más en paz si cabe, como si hubiera recibido la mejor
noticia confirmando lo que ya intuía, las piezas encajan y seguimos llenos de
vida. Luchadora, peleona, guerrera, esos adjetivos son asociados a su persona,
tal vez nunca dejen de calificarla de esa manera porque así nos lo han enseñado
desde muy pequeños, que hay que luchar, que contra la enfermedad debemos batallar
con uñas y dientes… Entonces no me peleo, hace tiempo que no voy en contra de
nada, le doy la vuelta y maquillo la etiqueta, la transformo a mi gusto, es una
guerrera, pero una guerrera pacífica, centrada en ella misma, en acallar
sus temores, apagar sus limitaciones y descubrir todo su potencial, una mejor
versión de sí misma. Creer y crear una relación de dos con su amigo imaginario,
un diálogo íntimo que no todo el mundo es capaz de comprender pero que ella
escucha con atención para seguir aprendiendo y evolucionando… Gracias, gracias
por darle sentido a todo esto…
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