viernes, 31 de agosto de 2018

La partida


Ladeó su cabeza al escuchar la bocina del tren que se acercaba por la izquierda. Era el momento, le temblaban las manos con las que sujetaba el paraguas que la resguardaba de la lluvia, pero era su momento. Había recogido sus pertenencias, un par de mudas de ropa, unos zapatos y el baúl de sus recuerdos, no necesitaba nada más. Una decisión meditada con su corazón, le palpitó tan fuerte y se llenó de tanta paz que supo que era la acertada. ¡Maldito corazón, con lo fácil que hubiera sido quedarme donde estaba!, a veces pensaba eso con una sonrisa dibujada en su cara, pero ella sabía bien que este nunca fallaba, últimamente se dejaba llevar por su intuición, a pesar de los miedos, a pesar de sentirse incomprendida por los que la rodeaban, pero se atrevió a dar el paso, compró un billete, cruzaría la frontera y llegaría, por fin, al nuevo destino que le estaba dando la oportunidad de renacer, de dejar atrás lo aprendido y comenzar otra vez… Este tren solo pasa una vez y aunque hay autobuses que pueden salir en la misma dirección cada treinta minutos, no lo quería dejar escapar… Y desde aquí la felicito por su coraje y valentía… ¡Mucha suerte en tu nueva aventura!



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