Nada más levantarse de la cama, se queda mirando unos minutos el corazón
que adorna su armario. «Soy la frecuencia perfecta de la salud óptima»,
es la frase que repite sin cesar, y no lo hace desde la mente, sino que cierra
sus ojos y siente cada una de las palabras que componen ese poderoso mantra: «Soy
la frecuencia perfecta de la salud óptima». Y cuando va al baño, también se
queda observando el mismo corazón y la misma frase que aparece estampada en la puerta:
«Soy la frecuencia perfecta de la salud óptima». Y repite una vez más,
por si fuera poco, «Soy la frecuencia perfecta de la salud óptima». ¡Qué
excelente manera de empezar el día! Sentir que eres o estás en la frecuencia
perfecta para que tu salud sea óptima…
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