Ese es el titular que me dedicaron, de la no vida a la VIDA. VIDA
en mayúsculas, porque he pasado de estar dormido a vivirla despierto, al menos
con los ojos más abiertos. Y cuando leo artículos como el de mi amigo Arcadio,
alguien a quien conocí en una de las presentaciones que he tenido la suerte de
hacer, no puedo sino tener la tranquilidad de que la gente está recibiendo el
mensaje tal y como lo quiero transmitir.
Hoy, 14 de noviembre, anuncio que el 14 de diciembre será la penúltima
presentación del año, una presentación en la que será como volver al
principio, pues me acompañará la maestra de ceremonias que me dio la mano
mientras aquella primera vez atravesamos el pasillo del teatro abarrotado de
gente. La Isleta, que dicen es el corazón de la ciudad de Las Palmas, será el escenario escogido. Yo soy distinto, ella también es distinta, ambos hemos crecido, pero el
mensaje será el mismo y la experiencia es un grado. Intuyo que será una
noche mágica y llena de esperanza…
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