18 de noviembre del año pasado, ¿qué sucedió? Fue la primera presentación
del libro, una celebración por todo lo alto acompañado de todos los corazones
que se unieron al mío para hacer de esa noche inolvidable. ¡Un tributo a la
esperanza! Recuerdo levantarme al día siguiente y tener ganas de salir a la
calle, coger aire y despejarme. ¿A dónde fui? Al pueblo de Haría para
encontrarme con unos amigos que estaban animando a los corredores de la Haría
Extreme. El ambiente era espectacular…
Mañana, 18 de noviembre de 2017, si me levanto con vida, seré yo el que
participe en la carrera de Haría Extreme. ¡23 kilómetros! ¿Quién me lo
iba a decir? Me sigo sorprendiendo por lo que estoy haciendo y esa sensación me
encanta, la de no saber de lo que seré capaz de hacer. Dispuesto a todo lo que
me motive y que suponga un reto para sentirme más ilimitado. Algunos me llaman
atrevido, otros kamikaze… Yo lo llamo entusiasmo… El reto de mañana será correr
y el de esta noche dormir, pues me siento como un niño pequeño esperando la
llegada de los Reyes Magos, que le cuesta dormir… Quiero disfrutar, ese es mi
lema, disfrutar… ¡23 kilómetros! De 15 paso a 23… ¿Seré capaz? Y pondré
en práctica un consejo que me han dado: tratar de correr sin identificarme con el que está corriendo. A fin de cuentas, existe el camino
pero no el que camina…
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