Cuando veo a mucha gente participar en una carrera contra el cáncer no me
siento identificado, parezco un bicho raro. Mis pies se transforman en raíces y
me impiden correr. Si hay algo que tengo claro es que la enfermedad es un aliado
que te viene a ayudar. Entonces, ¿por qué luchar contra ella? En lugar de eso,
¿por qué no correr para ayudar a otros a superar el proceso por el que están
pasando o para celebrar la vida? Mejor que luchar contra la enfermedad, sería
genial si la recibimos como un buen anfitrión y escuchamos el mensaje que nos
quiere expresar. Esa es mi experiencia…
Si hago el esfuerzo de correr es para disfrutar haciendo cosas por
primera vez, para liberarme de creencias
limitantes que me decían que era imposible y porque estoy agradecido, agradecido
por estar vivo. Has sido la oportunidad para descubrir quién soy realmente y
gracias a ti estoy viviendo la VIDA en mayúsculas. Has transformado mi vida y
por eso eres mi mejor amigo y no importa si nadie más lo entiende. Será
nuestro secreto…
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