Ayer saqué una foto al panel informativo de los vuelos y pensé en colgarla en facebook con el título "¿dónde voy?". Pues bien, al final no fui a ningún lado porque el vuelo fue cancelado...
Había volado desde Lanzarote a Barcelona sin problemas y me disponía a coger el siguiente vuelo rumbo a Milán, pero de repente veo en la pantalla "vuelo cancelado", que por cierto ya no lo ponen en letras rojas escandalosas, sino en un color amarillo suave, tal vez para no alarmar tanto a los turistas afectados por la cancelación...
Lo primero que me vino a la mente, juraíto por Dios, es que la vida me estaba dando otra experiencia para vivirla por primera vez, porque era la primera vez que tenía una cancelación, y mira que viajo... Pues con la incertidumbre de no saber absolutamente nada, porque no tenía ni idea de qué hacer, fui de mostrador en mostrador haciendo lo que me decían que tenía que hacer. Es la primera vez que me ocurre, les decía sonriendo. Pues eres muy afortunado, me respondían. Sí, soy muy afortunado, decía para mis adentros...
Al lado había una chica estresada, llorando, suplicando porque le encontraran otro vuelo... Eso hacía que me riera más, y no de la chica precisamente, sino por la situación. Me decía que si realmente confío en la vida, acepto todo lo que venga, y si el vuelo fue cancelado por alguna razón será. No voy a sacar nada con ponerme a patalear, si acaso malgastar mi energía en algo innecesario... Me subí en una guagua y que me llevaran donde me tuvieran que llevar, dejándome llevar, muerto de la risa...
Además, he de confesar que está siendo una auténtica aventura. Ahora mismo estoy en un hotel apartado que ni idea de dónde está, escribiendo esto que estoy escribiendo desde la tablet que me dejó mi sobrino, escribiendo con este chisme por primera vez, por cierto. A la tarde volveré a coger otro vuelo y podré retomar el viaje con normalidad, o no, quien sabe lo que pasará... Es verdad que las cancelaciones pueden ser un quebradero de cabeza para la gente que tiene que trabajar, pero en mi caso no tuve que hacer absolutamente nada, sólo llamar a mi amiga y avisarla. Ni el hotel tuve que cancelar... Y encima de eso, que me está encantando vivir esta experiencia, no he tenido que pagar nada y dicen que me van a indemnizar. Si es que yo te digo que la vida es maravillosa :-)
¿Y si hoy vuelven a cancelar el vuelo?, me dice una voz que no para de interpretar... Pues ya se verá, tú no te preocupes, saldremos adelante ;-) Uff, qué bueno ha sido escribir esta entrada inesperada. Como dijo mi amiga Alice, disfruta de los imprevistos...
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