miércoles, 16 de septiembre de 2015

¡Estén atentos!

Estos días en Playa Blanca he podido disfrutar de una piscina y jugar con los niños a la pelota. Al final, como dicen mis amigos, parezco un niño más, o peor que los chinijos, me dicen. En parte tienen razón, me pongo a jugar y me emociono tanto, lo disfruto tanto, que quiero batir el récord de aguantar con la pelota sin que se nos caiga al agua. Lo gracioso es que cuando algún niño fallaba, yo les decía que controlaran, que así no íbamos a conseguirlo. Automáticamente me venía a la cabeza que de lo que se trata es de perder el control y yo les decía a ellos que controlaran, jajaja. En lugar de eso, les podría decir que estuvieran atentos, que se concentraran, pero eso de que controlaran me sonaba raro. ¡Qué manía con controlarlo todo!



Al final, llegamos a tocar la pelota hasta 72 veces sin que se nos cayera al agua. Toda una hazaña...

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