Como diría una amiga mía, a veces los cambios me dan cierta pereza, pero cuando los haces te sientes renovado. Eso es lo que ha pasado con el blog, por ejemplo, que he cambiado su diseño, o con el color de las paredes de la casa donde vivo. Después de seis años sin cambiarlas, quedándose muchas veces las ganas en intención y no en acción, llegó el momento de darle un giro radical y el resultado es que me siento fresco, renovado…
Dice una frase que acabo de leer esta mañana: “En esta vida no existen ni sufrimiento ni alegrías, sólo cambio. Según tu grado de resistencia a los mismos, experimentarás una cosa u otra”. Pues eso, con ganas de hacer cambios. Ayer rojo, hoy azul, mañana ni sé de qué color…
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